Hornito Urbano niega incumplir con permiso mercantil, en Benito Juárez

Ciudad de México.- Los socios del restaurante Hornito Urbano, en la colonia Narvarte, se describen como personas humildes y trabajadoras, quienes con algunos sacrificios iniciaron con su primer negocio en agosto de 2020, pero que el pasado 15 de septiembre las autoridades del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) de la Ciudad de México suspendieron temporalmente su operación. 

Los sellos de suspensión fueron colocados en la fachada del establecimiento ubicado en el número 376-B de la calle Cumbres de Maltrata, entre Mitla y Monte Albán, un día después de que DDMBJ difundiera los testimonios de algunos vecinos que señalaron que el lugar trabajaba con algunas irregularidades, las cuales denunciaron ante el Sistema Unificado de Atención Ciudadana. 

Pero en entrevista con esta casa editorial, Carlo y Christian, dos de los propietarios del restaurante, aseguraron que en ningún momento han violado el permiso de establecimiento mercantil con folio BJAVACT2020-09-0200306272, ni el certificado de uso de suelo 42105-151MIJA21D y advirtieron que siempre han respetado el horario de venta de alcohol que les fue asignado de 12:00 a 17:00 horas; así como el de colocación de enseres en las banquetas derivado de las modificaciones originadas a causa de la pandemia para permitir a los negocios de comida atender a sus clientes al aire libre. 

“Contamos con el permiso y nos somos el único restaurante. No los ponemos abajo (los enseres) de la calle por lo mismo, porque no nos estamos adueñando de ella. Tenemos permiso hasta las 17:00 horas de vender cerveza y vino… El QR está afuera de nuestro negocio, es ahí donde se puede constatar el permiso para nuestros aranceles”, señalaron. 

Las quejas vecinales acusaron al Hornito Urbano de invadir el espacio público de banquetas, además de “apartar” lugares en la vía pública para que se estacionen los vehículos de sus clientes. 

A este señalamiento, los encargados del negocio aseveraron que siempre han buscado la buena vecindad y cuando algún habitante de la zona requiere estacionarse frente al establecimiento, ellos no oponen resistencia. 

“Para evitar que los vecinos se fueran a estacionar a otra parte, cargábamos y subíamos nuestros huacalitos para que se ocupara la cinta asfáltica”, manifestaron. 

 

No hubo soborno, pero sí extorsión: aseguran 

La visita periódica que realizaban elementos de “Blindar BJ” al Hornito Urbano, no era para recibir “moches”, sino como parte del llamado “Código Águila”, luego de que el pasado 15 de marzo la fachada del establecimiento fue incendiada tras una amenaza a través de un mensaje de voz, señalaron Carlo y Christian. 

En sus denuncias los vecinos atribuían que los policías que acudían al restaurante recibían un pago para que permitieran su operación fuera del horario autorizado, señalamiento que los propietarios negaron e, incluso, presentaron el video y audio que consta en la carpeta de investigación CI-FIBJ/BJ-3-3/UI-1  S/D/00701/03/2001 de la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público BJ-3  de la Fiscalía de Investigación Territorial en Benito Juárez por los delitos de amenazas y daño a la propiedad doloso a negocio. 

Tres días antes del ataque, Carlo recibió un mensaje en el que lo amenazaban de que el restaurante “iba a valer ver…”. 

“Lo denunciamos ante el MP que está frente a Parque Delta, pero ya no le dieron seguimiento porque nos dijeron que no había un culpable a que señalar… En redes sociales hubo quien dijo que nosotros incendiamos. Tuvimos pérdidas de materiales de trabajo. Más a parte el tiempo para que Protección Civil nos levantara el sello de suspensión. Inclusive personal renunció por seguridad”, manifestaron Carlo y Christian. 

 

La visita 

El pasado 15 de septiembre, personal del Invea acudió al Hornito Urbano para realizar una visita de verificación administrativa con el expediente DV/A/EM/041/2021 y tras recorrer el inmueble decidió colocar los sellos de suspensión. 

“Invea nos llegó a nosotros a las 6 de la tarde el día 15 de septiembre. No había venta de cerveza ni nada… Hay incongruencia de cómo nos cerraron”, advirtió Christan. 

Sostuvo que dos días después, el 17 de septiembre, alguien ajeno al restaurante arrancó los sellos y se los llevó. 

  “Arrancaron los sellos de suspensión, el 17 ya no estaban colocados. Puede ser alguien que está actuando con maldad, que no nos quieren ver ahí, porque los arrancaron y se los llevaron, no los tiraron”, sentenció. 

ALCALDIA

Abiertos al diálogo con vecinos 

Tanto Carlo como Christian se pronunciaron por un diálogo abierto con los vecinos, en el sentido de que si existe alguna molestia de su parte en relación al restaurante que se la hagan saber y así dar una solución satisfactoria para ambas partes. 

“Tenemos mala fama por el antiguo dueño, porque se echó encima a los vecinos. Somos gente de trabajo”, afirmaron. 

Recordaron que hace unos meses tras las fuertes lluvias la calle Cumbres de Maltrata se inundó, impidiendo el paso peatonal a las personas, por lo que solicitaron el servicio particular para desazolvar la zona en beneficio de todos los vecinos, lo cual les representó un costo que Hornito Urbano pagó.

"Nos gustaría que los vecinos también mencionaran las cosas buenas que hacemos. Eso no lo dicen porque tal vez lo desconocen", indicaron.