Por Israel M. Campos Montes
Ciudad de México.- Diana Izquierdo Pescador, Co-CEO de Hola Code, empresa social que desarrolla un programa educativo en México en favor de población migrante forzada (retornados, deportados y refugiados) en la región latinoamericana que ofrece educación tecnológica integral y servicios a largo plazo, asegura que este proyecto que empezó en 2017 apoya la gente para que en cinco meses puedan ejecutar el manejo de programación de software.
“No necesitan conocimiento previo en tecnología o alguna ingeniería, por lo que con nuestra capacitación ellos pueden buscar empleo en la industria de este giro”, mencionó en entrevista telefónica con Diario de México.
Precisó que el esquema de trabajo incluye un plan de estudios de ingeniería de software diseñado en Silicon Valley, capacitación en liderazgo y un programa de bienestar.
Además, dijo que los servicios profesionales que tienen un costo de colegiatura, vinculan a los estudiantes (dreamers, biculturales y sin estudios revalidados en México) con las ofertas de trabajo de una red de cerca de 150 socios de contratación. Al tiempo que aseveró que en estos cuatro años, 70 alumnos se han graduado en su startup.
Comentó que este programa lo operan bajo un modelo de educación financiera, cuyo pago normalmente se efectúa a través de un crédito, donde les enseñan el buen manejo del mismo y qué beneficios les puede generar, como, por ejemplo, acceder a apoyo hipotecario, automovilístico o educativo.
GARANTIZAN BUENOS INGRESOS
Izquierdo Pescador contó que todo el recurso ejercido en la firma es iniciativa privada y que no cuenta con ningún tipo de ayuda del gobierno.
En tanto, Aída Chávez Zapata, Cofundadora de Hola Code, platicó que el reclutamiento se realiza bajo un sistema de embajadores donde los mismos egresados refieren el apoyo que da la empresa a la comunidad migrante, así como lazos con comunidades de organizaciones que ayudan a este tipo de gentes y con el uso de redes sociales.
“Cuando empezamos, reclutábamos a chicos de call center que laboraban para compañías de Estados Unidos desde México, contestando teléfonos. Ello era una especie de estancamiento, dado que no hay posibilidades de crecimiento y además hay un tope salarial muy preciso”, relató.
Tras ser interrogada sobre porqué ayudar a migrantes, expresó que lo lleva a cabo porque ante el fenómeno muy fuerte que persiste en el país y ante el retorno “muy invisible” de la llamada generación 1.5 —nacen en México, viven en la Unión Americana y después de la mayoría de edad regresan al no ver opciones educativas y de trabajo— pareciera que las autoridades no realizan nada para mitigar ese aspecto, razón por la que se propuso ayudar a ese sector.
Fue así que ante las anomalías, y con una demanda laboral de desarrollo de software, se decidió armar el puente entre educación y tecnología, con la meta de que nuestros capacitados puedan obtener un salario competitivo, cuya media de nuestros graduados en su primer empleo es de 25 mil pesos mensuales, declaró Chávez Zapata.
Apuntó que se trabaja con cualquier tipo de personas, por lo que no hay límite de edad, aunque admitió que la media de quienes son beneficiados con su capacitación es de 29 años.
IMCM
