¿Abandonar 'el dedazo' para la silla presidencial?

Foto: Cuartoscuro

Por Pablo Luna Luna

Los hilos del poder se mueven lentamente, el mapa político se va actualizando en la medida que los partidos políticos y por supuesto los suspirantes a cargos de elección popular, levantan la mano, intentan salir de la sombra y construir su propia agenda, aunque también hay quienes, desde la sombra, intentan extender su campo de influencia.

Ricardo Monreal, uno de los suspirantes más visibles es una muestra de agenda propia y su reciente propuesta para presuntamente democratizar los partidos políticos y que elijan a sus candidatos por medio del voto y no de encuestas, es más bien un intento por frenar el empuje que Andy López Beltrán le está dando a la Jefa de Gobierno de la CDMX.

Monreal ha pedido: “que abandonemos ya el dedazo, la imposición y la encuesta que en ocasiones es encubierta” y léase bien la última palabra… encubierta. Y es que el Doctor sabe que la única forma de evitar que se extienda el mandato de los López, tanto al interior de Morena, como en el Ejecutivo Federal, es por medio de una elección interna transparente en donde él y Marcelo se verían las caras.

Remata Monreal que las encuestas “no reflejan realmente que surjan los candidatos más aceptados, las candidatas más aceptadas” y desde luego que jala agua para su molino, pues sabe perfectamente que al menos en la CDMX ha crecido el rechazo a la administración de Sheinbaum, aunque ella crea (o aparente creer) que México, el país del micromachismo y machismo disfrazado, está preparado para tener a una mujer en la presidencia.

Andy López Beltrán y Sheinbaum están asumiendo el riesgo del desgaste político. La larga exposición de la Jefa de Gobierno ante la conversación pública, implica de facto que sea el punto más visible para las críticas y el escrutinio de la oposición. Tomado el riesgo, habría que volver la vista a los operadores políticos, quizá el más visible Mario Delgado, pero a quién en las últimas semanas se le ve muy activo es a Octavio Romero Oropeza.

Y es que Romero Oropeza, además de ser compadre, consejero y asesor del presidente AMLO, es quizá quien pudiera tener el voto final cuando toque relevar la silla presidencial. Tampoco olvidemos al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, hombre de toda la confianza del presidente y a quien en los últimos días se le ha visto platicando en público y privado con Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard.

De quien debemos tener atención son de dos secretarias que manejan no sólo dependencias estratégicas para el Gobierno de México, sino que se les ha mencionado como posibles suspirantes: Tatiana Clouthier y Rocío Nahle. En caso de que ninguna deseará contender, sumarlas a una alianza estaría garantizando no sólo fuerza política, sino imagen pública.

Sea como sea, lo ha dicho antes AMLO “lo que diga mi dedito”, así que habrá que esperar por quien tira línea.