Bolsonaro se blinda ante posible juicio político y prepara base para 2022

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BRASIL.- La victoria de sus candidatos en las elecciones del Parlamento brasileño blinda al mandatario Jair Bolsonaro frente a un eventual proceso de destitución y le permite preparar desde ahora una base para las presidenciales de 2022. 

La Cámara de Diputados y el Senado renovaron este lunes a sus autoridades y en ambos casos se impusieron candidatos alineados con Bolsonaro, quien actualmente no está afiliado a ningún partido, lo cual es un requisito obligatorio para postular a su reelección en los comicios previstos para octubre del año próximo. 

Además de abonar el terreno para su afiliación a algún partido, el resultado de este lunes le garantiza a su Gobierno el control de la pauta legislativa y deja virtualmente en el limbo a cerca de 70 iniciativas presentadas por opositores al Congreso para el inicio de un eventual juicio con miras a su destitución. 

La mayoría de esos pedidos de "impeachment" se fundamentan en la errática gestión del Gobierno frente al coronavirus, que ya deja en Brasil más 225,000 muertos y nueve millones de casos, todo en medio del fuerte negacionismo de Bolsonaro en relación a la pandemia. 

Sin embargo, la victoria en las cámaras legislativas ha tenido un precio para el Gobierno, que se alió para lograr ese resultado a una decena de partidos que conforman el llamado "centrón" y que exigen a Bolsonaro un mayor poder en el Ejecutivo a cambio de ese apoyo. 

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LA FIDELIDAD DEL "CENTRÓN" Y UNA APUESTA DE RIESGO 

Ese grupo de partidos, todos de centro y derecha, existe desde hace décadas, ha sido siempre el fiel de la balanza legislativa y, a cambio de poder, se ha aliado a todos los Gobiernos desde que, en 1985, Brasil recuperó la democracia tras 21 años de dictadura. 

Sin embargo, fueron los que desalojaron del poder al presidente Fernando Collor de Mello en 1992 y los mismos que, tras integrar el Gobierno de Dilma Rousseff, promovieron su destitución en 2016, una vez que sus relaciones con la mandataria se rompieron. 

Bolsonaro, frente a la presión por llevarlo a un juicio que le podría costar el cargo, negoció con el "centrón" durante las últimas semanas, prometió cargos en el Gobierno y liberó incluso créditos adicionales para obras promovidas por diputados de esa corriente. 

Como consecuencia de esos movimientos, dos miembros del "centrón" dirigirán las cámaras desde ahora: Arthur Lira, elegido nuevo jefe de los diputados, y Rodrigo Pacheco como presidente del Senado. 

Ambos, así como los partidos que representan, respaldan la agenda económica liberal del Gobierno, pero no las posiciones extremas del bolsonarismo más radical, que conforma una minoritaria ultraderecha. 

De ese modo, el Legislativo pudiera avanzar en diversas reformas económicas paralizadas desde hace meses, en las que Bolsonaro apuesta para recuperar su popularidad, que cayó del 40 al 30 % con su polémica gestión de la pandemia, y reforzar sus posibilidades de cara a una posible reelección. 

UNA DIFÍCIL REFORMA DE GABINETE EN EL HORIZONTE 

Cuando Bolsonaro ganó las elecciones de 2018, una de sus promesas de campaña fue reducir el tamaño del Estado y eliminar una serie de "gastos injustificados". 

Así, redujo de 29 a 22 el número de ministerios, pero ahora, con las exigencias de poder del "centrón", ya ha admitido que algunos de esos despachos pueden ser recreados. 

"Con otro clima parlamentario, con personas por las que tengamos simpatía, podemos hacer resurgir algunos ministerios", declaró la semana pasada, en un claro guiño de aceptación a esas demandas. 

Según fuentes oficiales, entre los ministerios que podrían ser recreados estarían los de Pesca, Cultura, Deportes e Industria. 

No obstante, según portavoces del "centrón", esa corriente aspira además a controlar el Ministerio de Salud, a cargo hoy de Eduardo Pazuello, un general sin ningún tipo de experiencia en esa área y que por su polémica gestión responde a una investigación judicial. 

Aún con ese proceso, Bolsonaro, que es capitán de la reserva del Ejército, ha respaldado a Pazuello, que es uno de los miembros de la llamada "ala militar" de un Gobierno en el que casi la mitad de los ministros son de origen castrense.

DVC