'Visita privada' a campo de exterminio nazi, desata disputa entre Serbia y Croacia

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Belgrado.- Entre Serbia y Croacia ha estallado una disputa después de que Zagreb prohibiese al presidente serbio, Aleksandar Vucic, realizar el domingo pasado una "visita privada" al antiguo campo de exterminio de Jasenovac, creado por el régimen croata de Ustachá, cómplice de la Alemania nazi.

Para Croacia, país miembro de la Unión Europea (UE), la visita informal del presidente serbio a Jasenovac "es una provocación", y para Serbia, aspirante al ingreso comunitario, la prohibición de ésa es "un escándalo" y una decisión "antieuropea".

El veto croata es un "juego con las cicatrices más sangrientas", declaró este lunes el ministro serbio de Exteriores, Nikola Selakovic, a la televisión Pink.

El titular del Interior, Aleksandar Vulin, ha amenazado incluso con imponer un régimen especial de control para los funcionarios croatas a su entrada en Serbia.

Vucic había planeado visitar el pasado domingo el memorial que hay hoy en Jasenovac, donde entre 1941 y 1945 fueron asesinados decenas de miles de personas, en su mayoría serbios, pero también judíos, gitanos y croatas antifascistas.

Pero el Gobierno croata vetó la entrada del presidente serbio y envió ya el viernes una carta de protesta al país vecino, según informaron el domingo los medios croatas.

Zagreb se quejó de que Belgrado no le había informado previamente por los habituales canales formales del viaje de Vucic, algo que el ministro croata de Exteriores, Gordan Grlic Radman, calificó de "inaceptable y malintencionado".

Una visita de un presidente, como persona protegida que es, debe ser anunciada y coordinada de forma oficial, y el que no se haya hecho así lo "consideramos como una provocación. Aquí las víctimas son un recurso y no el objetivo", dijo Grlic Radman.

Las autoridades serbias anunciaron ayer que la polémica visita había sido cancelada "por el bien de las relaciones" bilaterales, a la vez que mostraron su "consternación" por la decisión "escandalosa" de Croacia.

La jefa del Gobierno serbio, Ana Brnabic, dijo que prohibir a un presidente serbio visitar Jasenovac "es igual que prohibir a un presidente de Israel visitar Auschwitz".

Los serbios acusan a Croacia de intentos de revisionismo histórico y de minimizar las atrocidades de Jasenovac, mientras que los croatas dicen que Serbia pretende nublar la responsabilidad de los serbios en la guerra de la década de 1990.

La televisión pública serbia RTS recoge hoy que Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal, pidió a Zagreb retirar "la medida cruel e inconcebible" de prohibir la visita de Vucic, al estimar "que sólo puede agravar las tensiones entre Serbia y Croacia".

Las relaciones entre los dos países vecinos están marcadas por una rivalidad histórica en los Balcanes, agudizada desde la guerra de Croacia (1991-1995) que siguió a la descomposición de la antigua Yugoslavia, de la que ambos formaron parte.

Tras esta disputa, Serbia "ha pedido una visita oficial del presidente a Jasenovac, y propuesto la fecha de hasta el 17 de septiembre", anunció Selakovic.