Autor: Dr. Jabel de Marco Ortiz Gámez
La Semana Santa para muchos significa playa, diversión y amigos. Lo malo es que, a pesar de estar en medio de una pandemia mundial, muchas personas no dudaron ni un segundo en salir a vacacionar durante este periodo vacacional. De acuerdo a diversos especialistas, haber bajado la guardia durante esos días sumado a la alta aglomeración de personas, provocará una tercera ola de contagios de COVID-19, a pesar de que algunas personas ya hayan sido vacunadas. Para conocer más sobre este fenómeno y las maneras en que se puede proteger, así como a sus seres queridos; continúe leyendo este artículo.
Esta es la situación del COVID-19 en México
● Hasta mediados de abril del 2021, se han registrado alrededor de 2.3 millones de casos de COVID-19.
● De la alarmante cifra anterior, 1.7 millones de personas se han recuperado exitosamente.
● Los estados de la República que tienen mayor número de muertes en la actualidad son la Ciudad de México, el Estado de México, Guanajuato, Nuevo León y Jalisco.
● A pesar de que las campañas de vacunación han iniciado desde hace algunos meses, se estima que solo el 0.66% de la población está completamente vacunado y el 4.7% de la población ha recibido la vacuna y continúa con su esquema incompleto de vacunación o segunda dosis.
● Las vacunas que se encuentran en nuestro país son las pertenecientes a Pfizer, AstraZeneca, BioNtech, Cansino y Sputnik V.
¿Cuáles serán las consecuencias de la Semana Santa?
Las playas mexicanas fueron el destino elegido para las miles de personas que salieron de las ciudades del centro del país buscando un panorama diferente para las vacaciones. A pesar de que esto fue positivo para la industria hotelera, hay que considerar que la alta conglomeración de personas en espacios con poca ventilación aumenta las probabilidades de contagio del COVID-19. Esto se debe a que es un virus que se transmite mediante las partículas de saliva que quedan suspendidas en el ambiente. Por lo tanto, si una persona contagiada estornuda y no se tapa la boca correctamente, el virus quedará en el aire. Sin la ventilación adecuada, las personas que se encuentren en el espacio poco ventilado respirarán estas partículas y pueden desarrollar consecuencias por este virus.
Se estima que en Acapulco, Guerrero; la ocupación hotelera fue, en promedio, del 46%. La mayoría de los visitantes a este famoso puerto eligió la Zona Dorada para pasear y disfrutar de sus establecimientos de entretenimiento. De hecho, el 51% de los visitantes se quedaron en los hoteles de esa zona. Del otro lado de México, en el estado de Quintana Roo también se recibieron una gran cantidad de turistas nacionales e internacionales. En la ciudad de Cancún, hubo un 60% de ocupación hotelera en la zona donde se encuentran la mayor cantidad de cadenas hoteleras y hoteles boutique.
Para este último destino, la mayoría de los vuelos eran originarios de países como Estados Unidos, Alemania, Colombia y España.
¿Cómo protegerse de la tercera ola de contagios?
Para evitar un contagio de COVID-19, hay ciertas medidas que puede adoptar en su vida diaria. Lo primero es limitar las salidas a solo lo esencial como ir al doctor o acudir a comprar sus alimentos al supermercado. En caso de que usted tenga que ir físicamente a su oficina, lo mejor será portar su cubrebocas KN95 en todo momento así como desinfectarse las manos constantemente con gel antibacterial. Sin embargo, considere lavarse las manos cada 30-45 minutos con agua y jabón. De ninguna manera el uso de antibacterial sustituye un lavado de manos pero si no puede hacer el último, utilice un antibacterial que tenga 90% de alcohol. Por otro lado, debe mantenerse atento a cualquier cambio en su salud o la presencia de algún síntoma relacionado con el COVID-19.
En este caso, lo mejor será acudir inmediatamente con un médico para que este pueda hacer el diagnóstico adecuado y le pueda recomendar el tratamiento ideal para su caso.
Agradecemos la colaboración del Dr. Jabel de Marco Ortiz Gámez, médico general, quien compartió y verificó la información para el desarrollo de este artículo. Concluyó sus estudios como médico cirujano en la Universidad Autónoma de Nuevo León, cuenta con una especialidad en medicina familiar por parte de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, así como una Maestría en Gestión Administrativa de Instituciones de Salud.
