¿De dónde viene la paranoia?

Por David Jáuregui

En cierto video que todo mexa que se respete conoce, un sujeto que precisa asesoría jurídica clama tener miedo. Tener miedo. ¿De qué? No lo sabemos. Ni lo sabe quien se ubica, psicológicamente, en el espectro del trastorno delirante. 

Se vive en otra realidad: una creada por la mente. Hay pensamientos anclados con solidez detrás de la frente, pero sin sustento —o no completo, cuando menos— en el mundo exterior. Lo que se piensa no existe de la manera en que se piensa. A pesar de este panorama, no son pensamientos extraños (es decir, fantasiosos o fuera de este mundo), ni se añaden psicopatologías, como en la esquizofrenia. 

Este es el trastorno delirante, cuyo nombre no clínico es “paranoia”. Vivir en una realidad que no es, pero sin que necesariamente se impida el funcionamiento cotidiano. 

De dónde viene la paranoia es una cuestión evidente: de nosotros mismos, de nuestra mente —amén, por supuesto, de que sea detonada, creada, potenciada o cualquier sinónimo por factores o personas externas—. 

La palabra “paranoia” viene del griego para (alejado o fuera de) y nous (mente): fuera de su mente. ¿Ven cómo hace sentido que en las ciencias de la psique se haya rebautizado como “trastorno delirante”? El delirio es nada más que estar fuera de nuestra mente. 

Ahora bien, la paranoia está categorizada tradicionalmente en cuatro grandes tipos, con base en el contenido de los pensamientos psicóticos (“fuera de la realidad”) que se tienen.      https://ipstori.com/munchip/12.
 

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