'Sabrina', 60 años de brujería

Foto: Especial

Por Francisco X. Lopez

En los años 60, la brujería era un tema que se tomaba, de cierto modo, a la ligera. La magia era a veces divertida, a veces caótica y el origen de problemas, pero, sobre todo, era algo que había dejado de ser tétrico para formar parte de los tópicos de la cultura popular.

El mundo mágico ya contaba con una brujita buena, Sandy, la amiga y compañera de aventuras de Gasparín, pero era un personaje infantil. La mayoría de las brujas habían sido atemorizantes y terroríficas; quiza la excepción era Morticia Addams, que en aquel entonces sólo era conocida como La Bruja en sus apariciones en The New Yorker, y que más que miedo dio risa con su humor negro y tétrico. Aún no hacían su aparición Hechizada ni Mi Bella Genio.

Pero los cómics de Archie siempre se han distinguido por mostrar el pulso de la sociedad estadounidense y, en 1962, George Gladir y Dan DeCarlo crearon a la bruja más famosa de los cómics: Sabrina.

Hija de un brujo y de una mujer normal, la pequeña quedó huérfana y vive con sus tías Hilda y Zelda en el pueblito de Greendale, donde su aventuras en la preparatoria y en el jardín de niños eran pequeñas historias divertidas y con una sencilla enseñanza sobre no usar la magia para resolver problemas comunes.

Su verdadera personalidad era un secreto. Archie y sus amigos no podían entender por qué siempre pasaban cosas extrañas cuando la pecosa estaba cerca y pronto se convirtió en un éxito, incluso tuvo su propio cómic regular, además de hacer apariciones en otras series de la editorial y servir como presentadora en historias de “horror”.

Sus cómics se presentaban en el tradicional formato de 1 a 8 páginas, pero aunque cada historia tenía un final y no existía una continuidad estricta, su universo se fue construyendo. A sus tías se unieron Salem Saberhagen, su gato negro y Harvey, su amigo y ocasional pretendiente; el Consejo de Brujas, Encanthra, Delia y Rosalinda, el primo Ambrose.

Para 1977 obtuvo su propia serie animada, la cual hizo que su popularidad aumentara, a tal grado que en 1996 la cadena ABC debutó la serie protagonizada por Melissa Joan Hart, que se convirtió en un clásico instantáneo y duró siete temporadas, más que muchas otras series inspiradas en cómics. A ella se sumó una serie animada, una película para TV y un nuevo cómic. Sabrina se estableció como un ícono de la cultura pop.

Justo en 2000, el personaje recibió otra serie, un nuevo número uno, este cómic se convertiría en un manga y duraría nueve años.

Después de un descanso llegaron nuevas ideas e historias, en 2010, le revela a Torombolo que en realidad es una bruja y en 2011 Salem hechiza a todo Riverdale invirtiendo el sexo de sus habitantes. Lo mejor estaba por llegar.

En 2015, toda la linea de Archie Comics fue relanzada y actualidad en un contexto más maduro y aparecieron Las Escalofriantes Aventuras de Sabrina, una serie que imaginaba el personaje y emulaba a los cómics de horror de los años 50, con temas maduros y tramas oscuras. El éxito fue tal que pronto se realizó una adaptación para una serie en Netflix, la cual dio un renacimiento a la bruja adolescente y la llevó a ser conocida por millones de nuevos fanáticos. Esta serie tuvo uno de los crossover más comentados, cuando las tías Hilda y Zelda de la serie de 1996 tuvieron una aparición especial.

¿Qué le depara el futuro a nuestra rubia platinada? Cómics conmemorativos, reimpresiones, portadas variantes y la aparición de una nueva adversaria: Amber Nightstone.

Nada mal para una chica de 16 años.

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