Los volúmenes de Botero regresan a Japón por su 90 cumpleaños

Foto: EFE

Tokio.- El artista colombiano Fernando Botero vuelve a Japón tras más de un cuarto de siglo en una exposición con motivo de su 90 cumpleaños que aborda desde trabajos tempranos, en los que ya traslucía su fascinación por los volúmenes, a obras recientes.

La muestra "Botero: Magic in Full Bloom" reúne unas 70 piezas del autor, entre óleos, acuarelas y dibujos, que hacen un recorrido desde su etapa inicial, donde hizo suya la cotidianidad de su Medellín natal y la convirtió en sujeto de su trabajo, hasta sus voluminosas versiones más recientes de clásicos universales.

La acuarela "Mujer llorando" (1949), que el artista realizó cuando tenía tan sólo 17 años, abre la exposición, que ha sido dividida en seis bloques temáticos bajo la supervisión directa de Botero y que abordan desde bodegones a la religión, el mundo latinoamericano y la influencia de los clásicos españoles e italianos, entre otros.

"Botero nos indicó el color que quería que pusiéramos en las paredes, como el rojo o amarillo pastel" que se han usado en las secciones religiosa y circense, explicó hoy a Efe Masao Miyazawa, conservador principal del Museo de Arte Bunkamura de Tokio, que acoge la exposición desde mañana, 29 de abril, hasta el 3 de julio.

La muestra está comisionada por Rika Mitani, de la Universidad de Arte y Diseño Joshibi; la hija de Botero, Lina, y el propio artista.

Esta es la cuarta gran exposición del autor en Japón y la primera que acoge el país asiático en 26 años. La primera vez que Botero expuso en el archipiélago fue en 1981. Después realizó dos exposiciones itinerantes, una en 1986 y otra en 1995-96.

"Cualquiera que vea la obra de Botero en persona quedará muy impresionado, porque es maravillosamente potente", señaló Miyazawa, que considera que para sentirse sobrecogido por su estilo único es imprescindible ver las obras de primera mano y no en internet.

EL ARTISTA DE LOS VOLÚMENES

Botero (Medellín, 1932), el artista colombiano más universal, ha labrado su trabajo ante un elemento clave, las figuras voluminosas.

Ya sean bodegones de instrumentos, frutas o flores, la redondez de sus contornos y las dimensiones de sus figuras son una primera evidencia de su autoría, un estilo intencional que busca "exaltar la belleza del arte a través de la exaltación del volumen", dice el autor en un texto recogido en el catálogo de la muestra.

"El estilo de un artista debe ser totalmente reconocido incluso en las formas más simples", considera el pintor, una opinión abordada en la exposición de Bunkamura a través de obras como "Pera" (1976), "Instrumentos musicales" (1998) o "Naranjas" (2008).

América Latina tiene una presencia destacada en la obra del autor y también en "Botero: Magic in Full Bloom", así como la religión. Sin ser particularmente religioso, Botero se ha inspirado en esta temática para muchas de sus obras, consciente del peso que tiene en la región.

El arista cree que "para que el Arte sea universal, primero tiene que ser local" y, así, sigue plasmando en su obra las escenas que su memoria le evoca de tiempos y lugares pasados a través del prisma particular de su mirada artística, su "legado".

La exposición cierra con algunas de sus piezas que versionan en su distintivo estilo "curvi" clásicos como "Las Meninas", de Diego Velázquez; el díptico de los duques de Urbino de Piero della Francesca; la María Antonieta de Élisabeth Louise Vigée Le Brun; "El matrimonio Arnolfini", de Van Eyck, o su Mona Lisa de 2020.

Tras su paso por la capital japonesa la muestra viajará a otras dos ciudades niponas, Nagoya (del 16 julio al 25 septiembre) y Kioto (entre el 8 octubre y el 11 diciembre).