Ya sea por vía telefónica, mensaje de texto o correo electrónico, el problema de las extorsiones en el país y, especialmente en la capital, sigue siendo un tema que afecta a cientos de ciudadanos cada día.
De acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y de la Policía Federal (PF), en el último año y medio se denunciaron 96 mil 972 extorsiones, lo que significa que en promedio, el número de denuncias fue de 5 mil 704 al mes y 190 al día en todo el país.
Por entidades federativas, la Ciudad de México, es la que más delitos de extorsión reporta con 17 mil 236 casos en los últimos 17 meses. Le sigue el Estado de México con 16 mil 891 casos y en tercer lugar se ubica Jalisco con 9 mil 882 casos.
En cuanto a los tipos de extorsión, la Procuraduría General de la República pudo establecer dos tipos principalmente: la aleatoria y la dirigida.
La dirigida, que es la más común, se refiere es toda aquella extorsión en la que una persona recibe una llamada telefónica de un número desconocido y luego se le exige mediante amenazas dinero.
Dentro de esta categoría la técnica más común es la que se conoce como “El Chillón”, en donde una persona haciéndose pasar por un familiar o conocido de la víctima, simula la voz para decir que está secuestrada y que necesita ayuda. En otra variante, el agresor se ostenta como integrante de la delincuencia organizada y pide dinero a cambio de no hacer daño.
A diferencia del primer método, la extorsión dirigida es hacia una persona en específico, en la que el probable participante tiene detalles genéricos del ciudadano al que contacta y que obtiene a través de la información que ésta sube a sus redes sociales, como fotografías familiares; esta técnica es la más utilizada.
Aunadas a estas dos estrategias criminales, el fiscal especial Guillermo Terán Pulido, explicó un tercer y nuevo método: el secuestro virtual.
“ El contacto con la víctima inicia con una llamada telefónica, un famoso chillón, sales de tu casa a toda velocidad para tratar de rescatar y encontrar a tu familia, desafortunadamente en el inter te piden que compres un teléfono económico y que apagues el que estás utilizando.
Los agresores generan una segunda llamada con alguna de las personas de las cuales tú ya diste el nombre y le hacen creer que estás secuestrado. Cuando tu familiar quiere contactarte no lo va a poder hacer porque ya desconectaste tu primer aparato telefónico. Entonces tu familiar cree que tú te encuentras secuestrado y va a entregar la cantidad de dinero que te están pidiendo”, explica el especialista en temas de secuestro.
Por último, las autoridades encargadas de investigar estos delitos explicaron que las cifras pueden variar dependiendo del registro de cada dependencia, pues el número negro de casos, todos aquellos que no son denunciados, siguen siendo extremadamente elevados.
Para poder trabajar y avanzar en el combate de este delito, las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía a denunciar cuando sean víctimas de extorsión, inclusive si no cayeron en la trampa.
