La gente me llamaba ‘feo’, pero nunca me fui a llorar: Franck Ribery

El futbolista contó cómo superó las burlas por su cicatriz para convertirse en uno de los mejores en los últimos años

La vida del delantero francés Franck Ribery no ha sido fácil, pero por lo mismo merece ser contada y eso fue lo que hizo para la cadena Canal + de Francia.

Recién nacido, el ahora jugador del Bayern Munich fue abandonado por sus padres biológicos en un convento de monjas.

A los dos años de edad sufrió un accidente automovilístico y salió disparado; su cabeza se estrelló contra el parabrisas y, aunque salvó su vida de milagro, requirió de 100 puntos de sutura en la cara.

Debido a la gran cicatriz en la cara, Ribery sufrió de muchas burlas durante la infancia y la adolescencia, las cuales le afectaron no sólo a él, sino a su familia.

“Cuando eres pequeño y tienes esa cicatriz no es fácil lidiar con ello. La gente me señalaba, me llamaban feo y se metían conmigo. A cualquier sitio al que iba la gente siempre se fijaba en mi cicatriz. Nadie se paraba por que fuese buen jugador”.

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A pesar de eso, el apodado Scarface (“Caracortada”) asegura que nunca mostró debilidad y las burlas forjaron su carácter para convertirse en su momento en uno de los mejores jugadores del mundo y competir en 2013 por el Balón de Oro junto a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

“Mi familia sufrió, pero yo nunca lloré por ello. Sufrí porque era joven y me molestaba la reacción de la gente, pero jamás me fui a la esquina a llorar. La cicatriz me dio el carácter y la fuerza para superar los problemas”.

Aunque en alguna etapa de su juventud se metía frecuentemente en problemas en los bares, el galo encontró el camino correcto al combinar su trabajo como albañil con su equipo de futbol del vecindario y a los 19 años debutó profesionalmente con el Boulogne.

Ribery, posteriormente pasó por el Stade Brestois, Metz, Galatasaray, Olympique de Marsella y tras una gran participación con su selección en el Mundial del 2006 fue fichado en Alemania por el Bayen.

Hasta el momento, Ribery tiene  casi 500 partidos, 133 goles, una Champions League, siete Bundesligas, un Mundial de Clubes y ha disputado dos Copas del Mundo con Francia.

Asegura que todo esto ha sido posible gracias a la compañía de su espoasa Wahiba Belhami, quien le hizo ver la vida diferente y convertirse al Islam, por lo que ahora su nombre musulman es Bilal Yusuf Mohammed.