La maldición olímpica de Tokio, una sede desafortunada

TOKIO.- El Comité Olímpico Internacional cedió ante la presión mundial y anunció el aplazamiento de Tokio 2020 debido a la pandemia del coronavirus, en una decisión que marcó a la capital japonesa como una sede con poca fortuna.

Será la cuarta ocasión en la era moderna que los Juego Olímpicos sufren un cambio, en las tres anteriores fueron cancelaciones y es la primera vez que se aplaza, en dos Tokio ha estado involucrado.

Con 124 años de historia del olimpismo, sólo las dos Guerras Mundiales habían logrado sacudir al evento deportivo más importante del mundo, ahora la batalla es contra un enemigo microscópico que tiene paralizado y en estado de alerta a todo el planeta.

La primera ocasión fue en 1916 con Berlín como ciudad anfitriona, pero en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y terminó hasta 1918, lo que obligó a la cancelación.

Para 1940 comenzó a fraguarse una maldición olímpica que se ha presentado cada cuarenta años con la cancelación de Tokio como un evento que por primera vez se llevaría a cabo en Asia, pero los nipones sostenían un conflicto bélico con China y renunciaron a la sede que se les otorgó en 1936.

Helsinki entró al quite, pero tampoco pudo organizar los Juegos porque en 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial, que también provocó la cancelación de Londres 1944, ya que el conflicto terminó en 1945, lo que permitió a la urbe inglesa recibir la justa en 1948.

Tokio tendría menos suerte y sería hasta 1964 que organizaría los Juegos Olímpicos, como un país que todavía se encontraba en reconstrucción. Para esta edición los japoneses están ilusionados con mostrarse al mundo como una potencia, pero el Covid-19 provocó la postergación.

Hace 40 años también el mundo fue testigo de un boicot de Estados Unidos a Moscú 1980, como protesta por la invasión de la URSS a Afganistán, por lo que decidió no enviar a sus atletas.

“Otros 40 años nos llevan a este 2020. Los medios de comunicación quedarán fascinados con mis declaraciones si digo que los Juegos Olímpicos están malditos, pero es una realidad”, afirmó la semana pasada Taro Aso, viceprimer ministro de Japón.

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