Luis Alberto Fernández lleva a México en la piel

Por Maricela de la Cruz

@Mari_DCR

Después de varios años de esfuerzo, Luis Alberto Fernández tiene su sueño materializado con el disco “No bajaré la cabeza”. El cantante es originario de Cuba, pero quedó enamorado de la música de regional mexicano gracias a los grandes ídolos de dicho género.

Aunque son diez las canciones que conforman el álbum, en un inicio fueron 235 los temas que pasaron por filtros para poder ser parte de la producción. Uno de esos sencillos es “Azufre en las venas”, el cual narra la historia del matrimonio que el artista tuvo cuando sólo tenía 20 años de edad, pero que le causó desilusión.

“Es un álbum grabado en México. El disco tiene diferentes géneros como el huapango, la ranchera, la balada, corridos y banda”, afirmó Fernández en entrevista con Diario de México .

Al ser cubano, su interés por interpretar música mexicana fue heredado de su padre, quien le enseñó las canciones de Jorge Negrete, Chavela Vargas, Pedro Infante y Vicente Fernández.

Desde pequeño luchó por conseguir una oportunidad para demostrar su talento; su gran momento llegó en Estados Unidos.

“Un día me grabé cantando ‘Amnesia’, de José José; tiempo después me buscaron del show “Minuto de fama”, aseveró; gracias a lo anterior tuvo la oportunidad de participar en “Va por ti”, donde consiguió el segundo lugar. En el proyecto de televisión conoció a varias figuras de la música, quienes han reconocido su talento.

Pasión por cantar

“La mayor dificultad ha sido dejar a mi hijo, familia y cultura. Me fui a un futuro incierto donde no sabes qué es lo que puede pasar. Lo mejor es la satisfacción de que todo ha valido la pena. Hoy, que ya tengo un disco en la mano, mi sueño está materializado”, confesó.

Fernández continúa en la busca de seguir cumpliendo metas, por lo que hacer algún dueto con Pepe Aguilar, El Potrillo, Chente Fernández, Aida Cuevas y Lucero sería una de ellas. “Yo sé que México es el país que más artista de calidad, y de renombre, ha dado al mundo hispano”, afirmó.

Para alcanzar sus sueños ha tenido que migrar desde su natal Cuba, pero es una experiencia que lo ha fortalecido. “Yo crucé fronteras como persona y también como artista; voy en contra de las fronteras porque creo que nos aparta de las buenas energías. Cuando los artistas mexicanos me han escuchado, el premio más grande es ser aceptado por las mismas figuras que han puesto este género en alto en la industria de la música”, confesó.