México, un país lleno de prejuicios de las enfermedades mentales

México.- La depresión y otras enfermedades mentales, muchas veces pueden ser silenciosas y, aunque aparentemente no todas causan un gran daño físico, sí puede reducir las capacidades de la persona o, incluso, provocar su muerte.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los grandes retos relacionados con este tema, es la discriminación que sufren los mexicanos que padecen depresión u otra enfermedad mental como esquizofrenia, ansiedad, alcoholismo, drogadicción, bipolaridad, anorexia, entre otros.

Esto deriva de los prejuicios que existen en el país respecto a los enfermos mentales, incluso, los estudiantes de medicina evitan la especialidad de psiquiatría, sólo el 2% la escoge, para no enfrentarse a estos "difíciles" padecimientos.

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La psiquiatría es una rama que escasea en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2012, había tres psiquiatras por cada cien mil habitantes, es decir, únicamente el 2% de todos los médicos que hay en la entidad. Además, más de la mitad no renueva sus certificaciones que los acreditan como especialistas en el área. 

Por ello lasconsultas son muy caras, pueden costar hasta mil 500 pesos, y la medicación (controlada) para estas enfermedades requiere de un gasto mensual que excede los mil pesos. De ahí que las personas prefieran ir con otro médico no especializado con el riesgo de tener un mal diagnóstico o, definitivamente, no tratar la enfermedad. 

Aunque parezca un problema menor o sin relevancia, la realidad es que en México se estima que para 2020, los casos de depresión sean tan altos que se convertirá en la segunda discapacidad del país. En 2017, se registró que en el país había más de 10 millones de personas que la padecen, de éstas, entre un 10 y 20% corresponden a ciudadanos mayores de 65 años.

Por otro lado, se estima que tres de cada 10 mexicanos tienen algún trastorno mental, entre los más comunes están la ansiedad, el déficit de atención, los trastornos afectivos, el abuso de alcohol u otra sustancia y la depresión. Pero también hay otras que no se consideran como tal como estrés, traumas e, incluso, desordenes alimenticios provocados por una idea errónea del cuerpo de la persona.

En consecuencia, tanto los prejuicios como la falta de especialistas y los pocos recursos económicos del gobierno que se destinan a este sector, son factores preocupantes que pueden impedir la detección y correcto tratamiento de las enfermedades en el país que afectan la vida cotidiana de las personas y también causa ciertos daños a su entorno familiar, social y laboral.

Vah