Miguel Inzunza: Un 'reflexionauta' de la electro-trova

Por Carlos Meraz

Se define como un artista “reflexionauta”, exponente de la electrotrova, pues Miguel Inzunza, desde hace dos décadas, fusiona la parte acústica del cantautor tradicional con la tecnología electrónica al servicio de la música.

El mexicano celebrará sus “20 años de viaje”, con un recital en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el próximo 6 de diciembre, que se grabará en video para documentar el concierto más importante de su carrera. Actualmente Inzunza promociona su quinto y más reciente álbum, titulado Al alcance de los peces.

“En mi show, como en mi música, alterno y combino la parte acústica con la eléctrica. Toco la guitarra y hago loops, eso también es folk no sólo es sonar a una guitarra vieja sino a algo que puedes escuchar en la calle. Se puede ser folk con una computadora y yo le llamo a eso hacer electro-trova”, advirtió.

GOURMET MUSICAL Y NO “FAST-FOOD” DE LA MODA
La música es su alimento y también su oferta de gourmet auditivo, en la que además e mezclar diferentes géneros sonoros las decora con lo que él llama “el artilugio de las palabras de un no poeta”.

“El ingrediente base es la bossa nova en las armonías, con un considerable porcentaje de trova y una pizca de géneros estadounidenses, como el groove y el funk.

“Aunque el hilo conductor tiene que ver más con los textos, con la construcción de un lenguaje propio, con figuras literarias y siempre escapando de los lugares comunes. Ojalá algún día llegue a ser un exponente de la canción de autor, como lo es Jaime López, cuya lírica admiro profundamente”, precisó.

Inzunza agregó que ha renunciado a escribir canciones “de combustión rápida”, pues lo suyo es preparar todo con detalle, a fuego lento y sin microhondas; pues el fast-food es como la moda, se come rápido, porque a la brevedad se le pasa el sabor y en cambio su estilo se degusta despacio para que, paradójicamente, dure mucho más.