Redacción.
Por su fueran poco los casi 100 testimonios de abuso que se amontonaron en contra de Harvey Weinstein durante los últimos años, el magnate ex productor de Hollywood se declara inocente por los 2 cargos de violación sexual que se le imputan, en un juicio que se lleva a cabo en la ciudad de Nueva York.
Durante las audiencias que se llevarán a cabo durante el juicio se tiene contemplado que el jurado reciba testimonios de 6 presuntas víctimas, dos de ellas, Jessica Mann y Mimi Haleyi, como parte acusadora del juicio; los cuales son uno más aterrador que el anterior.
Según declaró la ex asistente de producción Mimi Haleyi, quien colaboró en varias ocasiones con el productor, ella fue ultrajada en el departamento de Weinstein, luego de que convinieran reunirse para hablar de temas laborales. Haleyi dice haber sido llevada por la fuerza a una habitación infantil, donde fue arrojada sobre la cama y haber recibido sexo oral sin su consentimiento, siendo este hecho tan brutal, que Weinstein le retiró un el tampón que traía puesto.
Por su parte, la actriz Jessica Mann declaró haber sido abusada en el año 2013, luego de años de conocerlo. Todo comenzó cuando accedió a ver a Winstein en una habitación de hotel, para recibir consejos de actuación y este le solicitó un masaje. Fue en una reunión posterior cuando Mann fue forzada al igual que Haleyi a recibir sexo oral, y finalmente, en una tercera cita, la penetró por la fuerza.
Entre las siniestras peculiaridades del comportamiento de Harvey Weinstein resaltan su uso de drogas inyectables que le ayudaban a provocarse erecciones, invasión de habitaciones de hotel, desnudez premeditada, ofrecerse para dar masaje a sus invitadas o pedirlo de ellas; así como solicitar a sus víctimas que sostuvieran relaciones sexuales con él y su asistente.
Hasta ahora la defensa del caso ha argumentado que las relaciones por las que se acusa a su cliente fueron consensuadas, razón que fundamentan con correos y mensajes de texto enviados por ambas mujeres, en los que mantienen una actitud cordial o afectuosa hacia el acusado.
Sin embargo, la psicóloga forense Barbara Liv, especialista convocada por el jurado para participar en el caso declaró que es posible que las víctimas mantengan comunicación con sus atacantes después de un abuso, esto dependiendo de la relación previa con este, sobre todo si se trata de alguien conocido o con cierta influencia sobre el agredido.
