Corría el minuto 87 del partido entre el Atlético de Madrid y Deportivo La Coruña, cuando Fernando Torres quedó tendido sobre el césped. El delantero colchonero sufrió un fuerte empellón por parte de su rival Alex Bergantiños justo cuando Torres giraba el cuello para despejar el balón de su área con un cabezazo.
La acción dejó inconsciente al delantero del Atlético cuando éste estaba en el aire, por lo que cayó al césped totalmente descompuesto como consecuencia se golpeó la cabeza. De inmediato dos elementos rojiblancos corrieron para auxiliar a su compañero para evitar que se tragara la lengua.
Mientras tanto, Bergantiños se quedó de pie y se llevó las manos a la cabeza al ver a Torres inconsciente y acto seguido llegaron los cuerpos médicos de ambos equipos. José Giménez, defensa del Atlético, fue el más afectado ante la impactante imagen y se cubrió la cara con la playera y estuvo al borde del llanto, por lo que también fue tranquilizado por el cuerpo técnico de su club.
Después de cuatro minutos de asistencia, Torres fue estabilizado y llevado en camilla hasta una ambulancia que ya lo aguardaba a un par de metros del tiro de esquina, la cual lo trasladó a un hospital donde le fue diagnosticado un trauma craneoencefálico y ahí pudo comunicarse con su esposa para comunicarle que se encontraba en buen estado.
La afición del Dépor lo despidió con cánticos y una carretada de aplausos.
El Niño Torres pasó la noche en el hospital bajo observación y recibió la visita de Bergantiños. “Está muy bien y contento, incluso él me ha animado a mí”, dijo el futbolista de La Coruña.
“He hablado con la familia de Fernando. Ya ha hablado con Olalla (su mujer) y hacía bromas para decirle ‘estoy bien y no pasa nada’”, dijo José Antonio Martín, un promotor allegado a la familia de Torre.
Al final el partido terminó empatado 1-1, resultado que aleja al Atlético aún más de los punteros Real Madrid y Barcelona, que se ubican a más de 10 puntos de distancia en la tabla general.
