Ni el Diablo puede con el Cruz Azul

Ciuda de México.- La Máquina derrotó 1-0 al Toluca y continúa con su paso arrollador en el Apertura 2018, al acumular seis partidos sin perder y además igualar el mejor inicio de su historia en el estadio Azteca, cuando en la temporada 1984.85 ligó cuatro triunfos consecutivos.

En aquella temporada la racha victoriosa terminó en la jornada 10 al empatar 1-1 ante Pumas, aunque todavía no es su marca de local, ya que en el Verano 1999 y en el Apertura 2010 ganó todos sus duelos en el estadio Azul.

Con una lluvia previa que azotó el estadio Azteca, Cruz Azul y Toluca arrancaron las hostilidades del partido más atractivo de la jornada, sobre un césped que lució en mejor estado que en las semanas previas.

La primera llegada corrió a cargo de la ofensiva celeste, pero Milton Caraglio pecó de egoísta y disparó al primer poste del arco defendido por Alfredo Talavera, cuando tenía para tocar a un costado a Martín Cauteruccio.

Luego de un claro dominio celeste Luis Quiñones hizo un desborde con ‘bicicleta’ incluida por la banda izquierda y lanzó un disparo que provocó un lance de Jesús Corona para desviar a tiro de esquina, en una oportunidad importante para los Diablos Rojos.

Pasada la media hora de juego, ‘Caute’ hizo un recorte del tamaño del estadio, levantó la vista y mandó un centro que la sensación Roberto Alvarado remató, pero el balón fue a las manos de Talavera.

El gol de la quiniela llegó tras una gran jugada de Rafael Baca, quien se quitó la marca en los linderos del área y disparó a la humanidad de ‘Tala’, quien dio rebote y Cauteruccio aprovechó el regalo para mandar el esférico a las redes.

A pesar de la mejoría de la cancha del Azteca, Toluca sufrió las lesiones de Antonio Ríos y Enrique Triverio, lo que provocó que Hernán Cristante tuviera que modificar su estrategia antes de tiempo.

El complemento fue una batalla nivelada, los Diablos Rojos vendieron cara la derrota y generaron acciones que inquietaron a Chuy Corona, pero los celestes mostraron personalidad para resistir los embates escarlatas.

En tiempo de compensación Édgar Méndez dejó ir el 2-0 en un contragolpe y cruzó de más su disparo en un error que por poco le cuesta el empate, porque William da Silva respondió en la última jugada con un remate de cabeza que hizo sufrir a los aficionados.