Ciudad de México.- Solamente en energía para bombear agua de pozos locales, de los sistemas Cutzamala y Lerma, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) invierte mil 600 millones de pesos anuales para abastecer a la capital del país y su zona metropolitana.
Así lo dio a conocer Gerardo Ruiz Solorio, investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, una conferencia a medios de comunicación, que brindó junto con Rosario Pérez Espejo, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).
Ruiz Solorio precisó que para lograr el abastecimiento del vital líquido se consumen dos mil 800 millones de kilowatts cada hora, y al costo energético se suman gastos variables por subsidios y mantenimiento, lo que eleva mucho las cifras.
Sin embargo, para Rosario Pérez Espejo el problema de la escasez va más allá de los precios: “la forma de allegarnos agua es insustentable”, advirtió.
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Ambos investigadores coincidieron en que enfrentamos una crisis con el agua, ante lo cual es necesario realizar análisis profundos de instancias gubernamentales, disciplinas académicas y consumidores.
Destacaron que en la mayoría de los casos se desconoce cuánta consumimos en nuestros hogares, aunque esto repercute en las tarifas.
Cutzamala, sistema insustentable
La investigadora del IIEc afirmó que el Cutzamala que entrará en reparación del 31 al 3 de noviembre, es un sistema insustentable para abastecer a la capital de país del vital líquido.
“Es un dechado de virtudes técnicas y una obra ingenieril excepcional, pero también una forma insustentable de allegarnos agua, lo que da lugar a muchos conflictos de tipo social y a problemas de gestión institucional”, sostuvo Rosario Pérez Espejo.
Agregó que es una forma paradigmática de resolver problemas, con una óptica totalmente técnica, “cuando también existen connotaciones sociales e institucionales”.
Explicó que el sistema Cutzamala es una de las obras más importantes del mundo y la más grande de América Latina; abastece 24 por ciento de la demanda de agua de la CDMX y en combinación con la extracción de este recurso del subsuelo -responsable del hundimiento de la ciudad- cubre buena parte de las necesidades.
“La gestión del agua para y en la Ciudad de México no se ha visualizado desde su sustentabilidad, sino desde soluciones técnicas cada vez más costosas por problemas de origen social e institucional”, manifestó.
Los académicos recomendaron implementar programas para capturar agua de lluvia, aunado a la reducción de las alarmantes fugas de agua, sobre las que se requieren estudios y mapeos más precisos.
“Pero no puede captarse y consumirse. Necesita ser tratada, y por eso su implementación requiere infraestructura e inversión”, resaltó Ruiz Solorio.
