PRD propone incentivos fiscales por "home-office" en empresas

Raúl Flores, vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF, presentó un punto de acuerdo por el que solicitó a la secretarías de Desarrollo Económico, del Trabajo y Fomento al Empleo y de Finanzas, del gobierno de la Ciudad de México, a que analicen en mesas de trabajo internas con los sectores empresarial y productivo y con expertos en movilidad y en temas laborales la posibilidad de implementar un programa específico de incentivos fiscales para aquellas empresas privadas y dependencias de gobierno que permitan y faciliten a sus empleados el denominado trabajo en casa "home-office".

Esto con la finalidad de reducir los viajes en trasporte motorizado que diariamente realizan los más de 5.5 millones de vehículos que circulan en la ciudad de México, mejorar la calidad del aire, disminuir las afectaciones a la salud de la población, fomentar la convivencia familiar y ayudar a reducir los gastos de los trabajadores al permitir un ahorro importante de gasolina cuyo valor seguirá incrementado.

Desde el pleno de la ALDF durante su participación en la Comisión Permanente de dicho órgano legislativo, el diputado perredista dijo que de acuerdo con Embarq México, quienes se trasladan en la zona metropolitana de la CDMX hacia su trabajo gastan 2.6 horas en promedio de ida y vuelta, y este tiempo se traduce en 48.7 mil millones de pesos al año perdidos, pues durante los traslados no hay productividad.

También citó cifras del TomTom Traffic Index 2017, que señalan que los conductores de la capital mexicana pasan en promedio 59% de tiempo extra atrapados en el tráfico en cualquier momento del día, y hasta un 103% en los períodos pico de la tarde, lo cual ha redundado en altos índices de contaminación.

Asimismo, Flores García dijo que el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM (LACEN) dio a conocer que este 2017 ya incrementaron 17.7% los productos de la canasta básica como resultado del aumento de las gasolinas, lo que se ha traducido en mayor pérdida del poder adquisitivo de las familias mexicanas a quienes cada vez se les dificulta más cubrir el gasto de sus hogares.