México.- Por cada mexicano se destinan mil 80 pesos; además, por cada mil habitantes en México, hay 2.4 médicos y 1.2 camas de hospitales, cifra muy baja si se compara con la cantidad promedio que es de 3.4 médicos y 4.7 camas.
2.4 médicos y 1.2 camas en hospitales por cada 1000 habitantes en México. Un gasto promedio en #Salud de los más bajos de la @ocdeenespanol.
— CNDH en México (@CNDH) 18 de octubre de 2018
“El ejercicio del derecho a la salud es indispensable para el ejercicio de los demás #DerechosHumanos”. pic.twitter.com/M7BlGG3f3m
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en México el gasto en salud es uno de los más bajos en comparación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, la cantidad que invierten las familias en gastos médicos, equivalen al 86% del recurso privado en salud y el 41% del gasto total en salud, cuando el promedio de las naciones del OCDE es de una inversión del 20.1%.
Otro de los grandes retos es que no toda la población mexicana tiene acceso a estos servicios; de acuerdo con cifras del CONEVAL, en 2014 el 21.5% de la población indígena de México no contaba este tipo de servicios y un 61.2% no tenía seguro social.
Por si ello no fuera suficiente, muchos reciben malos tratos por el personal médico, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 mostró que, en los últimos 5 años, de 8.7 millones de mujeres que tuvieron al menos un parto, el 33.4% sufrió una o varias formas de abuso y violencia durante el mismo.
A lo anterior se suman denuncias de intervenciones quirúrgicas mal realizadas, tratos que perjudican la dignidad de las personas, mala atención en las unidades de urgencia, falta de calidez y solidaridad, insensibilidad en la comunicación y limitación a la participación de los pacientes en las decisiones sobre su propia salud.
Dado lo anterior, el ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, hizo un llamado al sistema nacional de salud para mejorar estos servicios y procurar que la atención de las enfermedades y el suministro de medicamentos no sea la prioridad, sino atender las necesidades en la infraestructura hospitalaria, aumentar el personal para atender la demanda de servicio y respetar los derechos humanos de los pacientes a partir de una trato digno.
