Reactivar la economía latinoamericana: algunos lineamientos

Por Danilo Díazgranados

Un reciente informe conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ofrece algunas recomendaciones que permitirían a gobiernos de la región apoyar en la reactivación económica y aumentar la inversión en el sector salud, sin necesidad de minimizar la inversión en otros sectores.

Entre los consejos, sin duda de gran valor, se encuentran:

-El rebrote de la pandemia es una posibilidad. Ante ello, los países no deben fijarse metas de recuperación lineal. Es necesario contar con un eficiente sistema de salud que calcule que existe la posibilidad de transmisión comunitaria controlada, frente a lo cual debe estar en capacidad de responder y contar con capacidad efectiva de vigilancia de nuevos casos, disponibilidad de pruebas, seguimiento de contactos y monitoreo continuo.

-La reactivación de la economía debe ser de carácter gradual. La vuelta a la normalidad tiene necesariamente que seguir contemplando la extensión de las transferencias bancarias hacia los sectores más vulnerables, y que estos recursos lleguen cada vez más a un mayor estrato de la población en condiciones de precariedad.

-Negociar con las instituciones financieras internacionales. El propósito es que estas continúen inyectando recursos a través de líneas de financiamiento en condiciones favorables. También solicitarles a estos entes multilaterales la posibilidad de aliviar el servicio de la deuda y, por qué no, condonarla.

-Establecer planes de subsidio. Serían destinados a las 5.3 millones de medianas, pequeñas y micro empresas que se prevé puedan cerrar sus puertas en el trascurso de este año y principios del próximo.

-Apoyar a trabajadores por “cuenta propia”. Se sugiere una ayuda estimada entre 300 y 500 dólares al mes por un periodo de seis meses, así como el otorgamiento de créditos preferenciales y con periodos de gracia para las medianas empresas. Si las grandes compañías solicitan apoyo financiero a los gobiernos y a otros

organismos de carácter internacional, en aras de preservar la producción y los puestos de trabajo de sus colaboradores, tal ayuda deberá estar condicionada al mantenimiento de los contratos de trabajo, la no inversión en paraísos fiscales y la no redistribución de las ganancias entre los socios.

Estas son tan solo algunos de los lineamientos de estas organizaciones para apoyar en la reactivación de la economía de la región.