El defensa Sergio Ramos apareció en el segundo tiempo para rescatar al Real Madrid de una posible tragedia ante el Nápoles
Nápoles ganaba 1-0 al Real Madrid al medio tiempo de la vuelta de los octavos de final de la Champions League y necesitaba un solo gol para eliminar a los merengues. Sin embargo, salió al rescate el nuevo estandarte del madridismo.
No fue Cristiano Ronaldo el héroe del Real Madrid, fue el defensa central Sergio Ramos, quien con dos cabezazos (su especialidad) en el segundo tiempo, silenció el hostil Estadio San Paolo y le dio el pase a su equipo a los cuartos de final.
Tal y como había manifestado el entrenador del Nápoles, Maurizio Sarri, los locales buscaron el primer gol en cuanto el árbitro dio el silbatazo inicial y éste llegó al minuto 24 por conducto del belga Dries Mertens.
Los napolitanos continuaron acechando intensamente la portería del costarricense Keylor Navas y uno de sus disparos más peligrosos se estrelló en la base del poste.
El apoyo de los aficionados italianos, el ritmo del partido, el momento anímico del Nápoles y la falta de puntería de Cristiano Ronaldo, quien falló la más clara para su equipo en el primer tiempo, apuntaban a que no tardaría en caer el segundo gol a favor del equipo celeste.
Sin embargo, el español Sergio Ramos sepultó las ilusiones de los napolitanos a los seis minutos del complemento con un remate de cabeza en un tiro de esquina y con otro más que desvió Mertens hacia su portería al minuto 12.
Álvaro Morata puso el 3-1 final y el 6-2 en el marcador global para mandar al campeón defensor de la Liga de Campeones de Europa a la siguiente ronda.
