Por Óscar Reyes
Después de ser despedida del DIF capitalino, el 12 de julio del año pasado, Alejandra Sepúlveda fue reinstalada como colaboradora en el área jurídica de la alcaldía Magdalena Contreras; sin em-bargo, no ha recibido un contrato que dé certeza legal a su empleo.
Cuando fue separada de su puesto, como coordinadora de talleres y cursos a niños y adolescen-tes del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Jalalpa, en la alcaldía Álvaro Obregón, Sepúlveda trabajaba por honorarios y contaba con tres meses de embarazo, pero no fue impedimento para ser parte del recorte que también afectó a alrededor de 350 trabajadores.
“La reinstalación se concretó hasta noviembre, pero apenas lo hicimos público porque cobramos hasta el 15 de enero, pero no ha quedado claro si hay contrato para este año. El tema es que no tenemos certeza de tener trabajo este año y aún no firmamos nada”, afirmó en entrevista con Diario de México.
En 2018, el presupuesto del DIF fue de 3 mil 404 millones 450 mil pesos; sin embargo, en 2019 se redujo a 2 mil 744 millones 313 mil pesos, lo que significó un recorté de más de 660 millones de pesos, es decir 20 por ciento. Para este 2020, el Presupuesto de Egresos 2020 aprobó para la de-pendencia 2 mil 596 millones 127 mil 708 pesos, cantidad aún menor que el año anterior.
Un logro de “Queremos trabajo digno”
Sepúlveda explicó que en septiembre, previo al informe de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la organización “Queremos trabajo digno” se movilizó en las calles y frente a Palacio Nacional, por lo que la secretaria de Gobierno local, Rosa Icela Rodríguez, les ofreció incorporarla a ella y a sus dos compañeras, Ameyali Mancilla y a Flora Aco a la administración de alguna demarcación.
“Nos reinstalaron a mí, en Magdalena Contreras; a # De 350 personas despedidas del DIF en 2018, solo tres podrían recuperar su trabajo y dos más están en proceso Flora Aco, en Benito Juárez y a Ameyali Mancilla, en Tlalpan. Fue el resultado de la movilización que hicimos y el apoyo de las organizaciones que nos acompañaron. Es un pequeño triunfo, pero no vamos a retroceder en la denuncia de los despidos injustificados por la 4T”, sentenció.
Detalló que funcionarios capitalinos decidieron no incluirlas nuevamente al DIF, ya que podrían ser víctimas de acoso por otros servidores públicos, motivo por el que ella y sus compañeras aceptaron ser parte de las alcaldías.
“Nos dijeron que en DIF no, porque iba a hacer un lugar incómodo para nosotras y nos dijeron que en una alcaldía tendríamos nomina ocho, las cuales tienen seguro social”, explicó.
En cuanto a las 350 personas que fueron despedidas del DIF capitalino, en diciembre de 2018, solo las tres trabajadoras han sido reinstaladas y dos más están en proceso de ocupar un nuevo empleo.
“Nosotras organizamos las asambleas, pero como las demandas legales pueden tardar mucho tiempo y para poderte contratar en otras dependencias te piden no tener demandas fue un gran obstáculo, porque todo parece estar puesto para que no reclames tus derechos por lo que mu-chos compañeros decidieron no pelearlo”, finalizó.
