Robin, el octagenario maravilla

Por Francisco X. López

En sus orígenes, la naturaleza siniestra y solitaria de Batman era lo opuesto a la personalidad colorida y afable de Superman. Mientras que el Hombre de Acero era un personaje con el cual los jóvenes lectores se podían relacionar, Batman era distante, una “macabra figura nocturna”, un “extraño habitante de la oscuridad” que combate una ”solitaria lucha contra el mal”.

Los escritores presentaron a Dick Grayson en 1940. Robin, El chico maravilla hacia que la solitaria y triste existencia del Hombre Murciélago fuera más llamativa para las audiencias infantiles. Un acróbata circense, cuyos padres fueron asesinados por mafiosos siendo adoptado por el millonario Bruce Wayne, otorgaba una perspectiva alegre y divertida a los lectores de Detective Comics, que eran prácticamente de su misma edad.

Al principio, Bruce era una figura paterna para el joven Dick, pero con el tiempo, el rol cambio, siendo el niño quien influenció al adulto, ayudándole a transitar de una infancia traumática hacia una "adultez más normal”.

El hecho de que ambos personajes quedaran huérfanos a causa de un crimen violento, creo un fuerte vínculo. Antes de la aparición de Robin, Batman carecía de un verdadero compañero con el cual hablar y exteriorizar su dolor.

Uno de los puntos que más se presta al análisis de este dúo y su historia es que aún dentro de la estirada continuidad de los cómics, los personajes crecieron. Robin formó parte de los Jóvenes (adolescentes) Titanes, grupo en el cual se relacionó con otros ayudantes y comenzó a madurar y enfrentar los retos propios de su edad.

Con los años Robin dejó a Batman y asumió su propia identidad: Nightwing; convirtiéndose en un líder moral de los Titanes y posteriormente iniciándose como vigilante solitario. En años recientes Dick trabajó como espía para la agencia secreta SPYRAL, pero en la actualidad nuevamente opera con el disfraz de Nightwing.

Tres veces dejo atrás el traje ala nocturna para colocarse la capucha del murciélago. La primera cuando Bruce examina su papel y su vulnerabilidad después de recuperar el rol del murciélago derrotando a Azrael, quien minó la confianza de Ciudad Gótica en el encapotado. Dick descubre el precio que debe pagar quien usa el manto, llevándolo a revalorar su relación con Bruce.

Años después, cuando Darkseid condena a Batman a la Sanción Omega llevándole a viajar a través del tiempo, Dick vuelve a colocarse la capucha para, junto a Damian Wayne, dar vida a un nuevo duo dinámico. Finalmente, cuando Bruce es nombrado jurado en el juicio contra el Señor Frío, Grayson le suplanta ayudando así a mantener su identidad.

Un habilidoso combatiente, experto en aikido, kung fu, esgrima, capoeira, judo, hapkido, taekwondo, jiu-jitsu, karate, jeet kune do, savate, sambo, ninjitsu, y boxeo, además de ser políglota y, para muchos, tener el mejor trasero de los cómics, El chico maravilla ha dejado claro que durante ocho décadas, un personaje puede crecer, madurar y reinventarse mientras se mantiene fiel a sus orígenes.