Washington.- Edgar Galván es el más reciente testigo en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán que se realiza en Nueva York y, aunque no habló directamente del sinaloense, refirió que uno de sus sicarios tenía un inmueble en el que torturaba y asesinaba a sus enemigos.
Galván, quien también era conocido como “El Negro”, dijo que se unió al Cártel de Sinaloa con la ayuda de José Antonio Torres Marrufo, alias “El Jaguar”, y reveló que éste tenía una casa insonorizada en Ciudad Juárez donde se cometían crímenes sanguinarios.
#ChapoNews: Según Galván, fue contratado por José Antonio Flores Marrufo, alias "Marrufo" o "El Jaguar", quien era el lugarteniente del Chapo en Juárez. Su tarea consistía en armar grandes grupos de sicarios que le hicieran frente... https://t.co/GY1X2bSOxw
— LuisFA (@AstudilloLF) 7 de enero de 2019
El testigo de 41 años de edad, explicó que el lugar estaba diseñado para torturar y asesinar a sus enemigos, además, contaba con un sistema de drenaje que permitía deshacerse fácilmente de la sangre de las víctimas.
Relató que “El Jaguar” se caracterizaba por ser un hombre terriblemente violento y no era tipo de “personas que hace preguntas, da órdenes”, por lo que hacer lo que le pidiera era prácticamente un hecho.
La importancia de Galván en el juicio recae en el hecho de que los fiscales estadounidenses han señalado que “El Chapo” no sólo se dedicaba a traficar drogas, sino también armas, lo cual confirmó “El Negro” al decir que aceptó el encargo de contrabandear armas de Texas a México y aseguró que logró pasar entre cuatro y cinco cargamentos hasta el 2010, año en el la policía de El Paso allanó una de sus casas de seguridad; un año más tarde fue detenido.
Galván fue condenado a 24 años de prisión y admitió los cargos por posesión de armas de fuego y drogas.
Mientras que “El Jaguar” fue extraditado en 2017 a Estados Unidos y su fama creció cuando traicionó a los Carrillo Fuentes por venganza; entonces se convirtió en la mano derecha del sinaloense en Chihuahua.
Vah
