El skateboarding, deporte extremo que consiste en deslizarse sobre una tabla de madera con ruedas y a su vez poder realizar una gran diversidad de trucos con altos niveles de complejidad y adrenalina, como elevar la tabla del suelo para hacer figuras y piruetas en el aire, dejando muchas veces duras lesiones que van desde torceduras hasta huesos rotos, ha dejado de ser el pasatiempo de “malandros” para convertirse en una pasión, cultura y un estilo de vida para miles de jóvenes que se ven atraídos por “la tabla”.
La historia de este “arte”, practicado por niños, jóvenes y adultos de diferentes generaciones, se remonta a la década de los 70, cuando este deporte, surgido en los años 50 en Estados Unidos, fue atraído a México por adolescentes que empezaron a “darle poder” al movimiento, pues a pesar de no contar con la difusión y el apoyo necesario, cientos de ”chavos” salían a las calles sin saber patinar, sin saber fabricar tablas, sin parques, sin marcas y sin el equipo adecuado, nadamás por el gusto de adaptar el skate a su forma y “darle” con el corazón.
A este deporte muchos lo ven como negocio y otros como diversión, la cuestión es que patinar va más allá de eso, pues los golpes, las caídas y los raspones se convierten en un estilo de vida que sólo los “aventados” están dispuestos a practicar, por lo que después de su creación surgieron empresas, deportistas, músicos, diseñadores, parques y concursos.
El caso de Amos Rivas, patinador profesional de 34 años nacido en la Ciudad de México, es una historia más de éxito en el vertiginoso mundo de los deportes extremos, pues a su corta edad y gracias al apoyo de sus ami-gos logró acercarse al mundo del skate. Amos tenía 12 años cuando adquirió su primera “tabla” lo que lo llevó más tarde a “rolar” con sus amigos de la colonia, quienes le enseñaron a sacar sus primeros trucos.
Amos, referente del skateboarding en México, indicó que su paso por “las grandes ligas” fue una de las etapas más importantes de su vida, pues al llegar la marca Neighborhood al país uno de sus spots fue tomado para mostrar su talento en un videotape, del cual también se desprendió la fabricación de dos tablas dedicadas a este skate mexicano, cuestión que lo llevó a ser conocido y poder participar en un concurso patrocinado por la marca Vans, del cual se llevó el primer lugar al “matar” a todos los competidores con un truco llamado Kickflip Fleeble Grind, con el cual rompió la barrera para que un patinador mexicano fuera reconocido y así poder llevarlo al estrellato con una nueva videocinta.
Este deporte, al igual que a muchas personas del mundo, ha marcado su vida, pues gracias a éste ha conocido muchas partes del país y otros países del mundo, además de que contaba con patrocinios de ropa, tenis y tablas.
Esta disciplina es muy completa, ya que abarca muchas disciplinas como el Vert, el Street y nuevas combinaciones y estilos que hacen que nunca se deje de aprender de este deporte, convirtiéndola en un reto para quien quiere sobresalir.
Todo el tiempo está pensando en el skate y en nuevos spots para sacar nuevos trucos, lo que se ha convertido en una verdadera adicción para él, por lo que anima a todos los jóvenes a seguir patinando y dar el máximo para hacer realidad sus sueños y aspiraciones.
Sobre las nuevas generaciones que vienen a formar parte del skate en México, Amos considera que “cada vez son más fuertes” pues “traen este deporte en los genes” además de que gracias a las nuevas teconologías y al apoyo de di- versas organizaciones, que le han dado gran empuje a este deporte en nuestro país, se han construido más parques skate en la ciudad, lo que ha servido para que los “chavos” agarren un buen nivel y poderle competir a patinadores de otros países.
En la ciudad existen diversos parques para “para darle a la tabla”, pero en esta ocasión destacamos sólo cuatro para todas aquellas personas que quieran experimentar la adrenalina pura sin salir de la capital y las cuales harán que las tardes de aburrimiento se conviertan en únicas e inigualables.
