Eskalante desafía la estática del pasado en “Nueva mirada de lo que fue”
Por Aarón Cruz Soto
En un ejercicio que combina introspección, técnica y una lectura profundamente humana del recuerdo, el artista visual Eskalante inaugura su exposición “Nueva Mirada de lo que fue” en Agua Galería, espacio que celebra dos décadas de promover el arte contemporáneo en la capital. La muestra plantea un cuestionamiento frontal a la idea tradicional de que la memoria opera como una reproducción fija e inmutable del pasado.
El autor propone que recordar es reinterpretar, un proceso en constante movimiento que transforma tanto la imagen almacenada como la forma en que la persona se vincula con ella. La exhibición está compuesta por una serie de foto-collages que fragmentan, reordenan y superponen imágenes capturadas por el propio artista, dando forma a nuevas narrativas visuales que rebasan el simple registro documental.
“La memoria no tiene que ser estática, no es un sello que se queda para toda la vida, sino al contrario, tiene la capacidad de ser moldeada, es flexible y dinámica”, explicó Eskalante al presentar la muestra.
La memoria como material maleable
El artista sostiene que la reinterpretación del pasado puede convertirse en una herramienta emocional poderosa. Según afirma, al modificar la manera en que se observa un recuerdo también se modifican las sensaciones asociadas a él.
Esta transformación, dijo, permite generar “nuevos sentimientos” y evitar quedarse “con lo malo de esas memorias”, lo que con el tiempo puede traer un “bienestar al cuerpo y a la mente”.
Del recorrido terapéutico al collage digital
Eskalante comparte que su proceso creativo es inseparable de su práctica cotidiana de la fotografía, una actividad que describe como una forma de cuidado personal.
“A mí me gusta mucho la fotografía de calle, lo tomo como una terapia, agarro mi cámara, me salgo a caminar y observo”, comenta. Ser observador, señala, le permite registrar no solo lo que ocurre afuera, sino lo que se mueve internamente.
Los primeros collages nacieron como piezas físicas, construidas a partir de impresiones recortadas y ensambladas. Sin embargo, la necesidad de trabajar en formatos de mayor escala lo llevó a migrar al entorno digital. Hoy, el artista experimenta con la superposición de técnicas, en particular con la serigrafía sobre collage, en busca de una “bivalencia de elementos figurativos”.
“Cuando ya intervengo la obra… esa foto original que tiene memorias estáticas, al transformarla ya no es la misma memoria de la foto original”, explica.
Influencia de la arquitectura y el Centro Histórico
Antes de dedicarse al arte visual, Eskalante estudió arquitectura, un antecedente que permea de forma natural su obra. Su mirada hacia los espacios urbanos, las proporciones y los recorridos está presente en las composiciones y en la selección de escenarios.
“La arquitectura provoca cosas y hace sentir cosas”, afirma.
Aunque ha sido un viajero constante, la Ciudad de México continúa siendo su territorio principal. El Centro Histórico ocupa un lugar especial en su imaginario creativo:
“Claro que me encanta ir al centro porque el centro está vivo todo el tiempo. Nunca te aburres. Pasan miles de cosas, miles de situaciones, miles de historias”.
La exposición reúne obras creadas desde 2020 hasta la actualidad e incluye once piezas nuevas producidas en 2025.
Eskalante enfatizó el valor del espacio que alberga la muestra:“Invitarlos este jueves a las 7 de la noche aquí en Agua Fuerte. La galería está celebrando sus 20 años de aniversario, lo cual es bastante difícil en esta época. Es un espacio que apoya tanto a artistas consolidados como emergentes. Entonces, vénganse a dar una vuelta. Los esperamos”.
