Tres libros clave para descubrir a László Krasznahorkai, Premio Nobel de Literatura 2025
El reciente Premio Nobel de Literatura 2025, el húngaro László Krasznahorkai, ha sido reconocido por su estilo inconfundible: frases interminables, humor negro y una visión apocalíptica del mundo moderno. Pero ante una obra tan densa como hipnótica, surge la pregunta inevitable: ¿por dónde empezar? Miembros de la Academia Sueca ofrecen sus recomendaciones para adentrarse en el universo del escritor más oscuro y poético del Este europeo.
El punto de partida ideal es “Satantango” (1985), su debut monumental. Como señala Steve Sem-Sandberg, esta novela predijo simbólicamente el colapso del régimen comunista húngaro. Ambientada en un pueblo perdido, sigue a dos enigmáticos forasteros, Irimiás y Petrina, cuyas intenciones —divinas o infernales— arrastran a los habitantes hacia una danza de destrucción. Es una historia asfixiante y absurda, pero también irónicamente cómica, donde cada frase se retuerce como si el lenguaje mismo luchara por escapar del desastre.
Ellen Mattson, por su parte, elige “La melancolía de la resistencia” (1989), una alegoría feroz del caos social. En una ciudad invadida por extraños y dominada por el miedo, un circo con un hombre deforme y una ballena disecada desata una espiral de desorden y ambición. La novela, según Mattson, muestra que en el universo de Krasznahorkai toda acción es inútil, pero necesaria.
Finalmente, Anders Olsson recomienda “Seiobo there below” (2008), una colección de diecisiete episodios sobre el arte, la belleza y la impermanencia. Desde un garza inmóvil en el río Kamo, símbolo de la paciencia artística, hasta el transporte torpe de un cuadro de Perugino, el libro reflexiona sobre la fragilidad del arte frente al caos humano.
Entre la miseria, la ironía y la trascendencia, László Krasznahorkai se alza como un cartógrafo del fin del mundo, un escritor que convierte la desolación en belleza y el absurdo en forma. Leerlo es perderse, pero también encontrar —aunque sea por un instante— el sentido oculto del desorden.