Fracaso de Chile en su Mundial: goleado, eliminado y sin respuestas
Redacción.- La selección chilena Sub-20 quedó eliminada del Mundial de la categoría disputado en casa tras caer goleada 1-4 ante México en los octavos de final.
El resultado marcó el cierre de un torneo decepcionante para la “Rojita”, que llegó con altas expectativas y terminó sumando otra frustración al fútbol chileno.
Un anfitrión sin rumbo ni gol
Chile no logró aprovechar la localía ni mostrar solidez en el campo.
Tras vencer a Nueva Zelanda (2-1) en el debut, encadenó tres derrotas consecutivas ante Japón (0-2), Egipto (1-2) y México (1-4).
Su clasificación a octavos se dio por el criterio de “juego limpio”, tras igualar en puntos con Egipto.
Frente al Tri, la diferencia fue abismal: el combinado mexicano, liderado por el juvenil Gilberto Mora, dominó de principio a fin, mientras Chile volvió a sufrir con su falta de gol y desconexión en ataque.
Desarrollo desigual y falta de competencia
El contraste fue también económico y deportivo.
El valor de mercado de México (35.2 M€) cuadruplica al del plantel chileno (8.8 M€). Solo Mora, del Tijuana, está tasado en 4.5 M€, casi tanto como toda la plantilla local.
Esa brecha refleja años de menor competencia y desarrollo juvenil en el fútbol chileno.
Los propios jugadores admitieron el peso de la presión y la falta de experiencia en escenarios grandes. “Nos afectó lo mental, no estamos acostumbrados a estadios llenos”, reconoció un miembro del plantel.
Una generación sin pegada
Como la selección absoluta, la Sub-20 padeció la falta de gol: apenas 4 tantos en 4 partidos.
Su figura, Juan Francisco Rossel, solo marcó en el último encuentro ante México, cuando el resultado ya estaba sentenciado.
El único que brilló fue Lautaro Millán, nacido en Argentina y uno de los pocos que mostró temple y visión en la cancha.
El golpe de realidad
El proceso liderado por Nicolás Córdova deja más dudas que certezas.
La eliminación en casa reabre el debate sobre la formación, el desarrollo y la urgencia de una nueva “Generación Dorada” que devuelva competitividad al fútbol chileno.
Chile se despide del Mundial Sub-20 sin lograr los objetivos y con una lección clara: sin gol, sin mentalidad y sin estructura, no hay futuro.