Mbappé rescata al Madrid en Talavera
Redacción.- El Real Madrid cumplió con la tarea, pero lo hizo caminando por la cornisa. En Talavera, ante un rival de Primera RFEF, los de Xabi Alonso avanzaron a los octavos de final de la Copa del Rey con un apretado 3-2, sostenidos una vez más por la figura incansable de Kylian Mbappé y por una intervención decisiva de Andriy Lunin en el último suspiro.
El francés fue la brújula y el motor del Madrid. Jugó los 90 minutos pese a no haber entrenado el día previo y firmó un doblete que lo deja a un solo gol de igualar el récord de Cristiano Ronaldo como máximo anotador en un año natural. El portugués fijó la marca en 59 tantos en 2013; Mbappé suma ahora 58, con un partido aún por disputar en 2025: la visita del Sevilla al Bernabéu.
Dominio sin calma
El Madrid avisó desde el arranque. Antes de abrir el marcador ya había probado hasta 14 veces al arco, aunque sin puntería. El primer golpe llegó desde los once pasos, tras una mano de Marcos Moreno en un balón aéreo. Sin VAR en esta fase del torneo, el árbitro Guillermo Cuadra Fernández no dudó y Mbappé transformó el penalti, engañando a Jaime González.
Cinco minutos después, el propio Mbappé volvió a desequilibrar por la banda, ganó línea de fondo y puso un pase atrás que terminó en autogol de Manuel Farrando en el minuto añadido del primer tiempo. El 0-2 parecía sentenciar la noche, pero fue apenas una tregua.
Talavera no se rinde
Xabi Alonso apostó por un once serio, con solo dos futbolistas de cantera inscritos, y más tarde reforzó el equipo con los ingresos de Rodrygo, Bellingham y Tchouaméni. Aun así, el Madrid nunca encontró la calma. Arda Güler rozó el gol de tiro libre, Mbappé desperdició varias opciones más y el Talavera siguió creyendo.
La fe local encontró premio en el minuto 80, cuando Nahuel Arroyo aprovechó un descuido defensivo para recortar distancias. El partido volvió a encenderse y el estadio empujó con fuerza.
Final de infarto
En el 88, Mbappé apareció otra vez, ahora con la ayuda involuntaria de Jaime González, quien no logró contener un disparo lejano del francés. El 1-3 parecía definitivo, pero Talavera aún tenía una última palabra. Gonzalo Di Renzo marcó el 2-3 en el 91 y, dos minutos después, Isaiah Navarro estuvo a centímetros de forzar la prórroga.
Ahí emergió Andriy Lunin, que voló para desviar un cabezazo letal y sellar la clasificación blanca.
El Real Madrid avanzó, sí, pero lo hizo sufriendo hasta el final, con Mbappé como faro y Lunin como guardián. En Talavera, la Copa volvió a recordar que no regala nada, ni siquiera a los gigantes.
