Nuevo revés contra Sarkozy, Supremo confirma segunda condena
Por Luis Miguel Pascual / EFE
París.- El calvario judicial del expresidente francés Nicolas Sarkozy agregó este miércoles un nuevo revés, después de que el Supremo confirmara la pena a seis meses de cárcel por la financiación irregular de su campaña de 2012, la segunda condena definitiva pronunciada contra él.
El hombre que dirigió Francia entre 2007 y 2012 conocerá en los próximos días cómo debe cumplir esa nueva condena, que en ningún caso le llevará de nuevo tras los barrotes, porque la sentencia ya abría la posibilidad de hacerlo en arresto domiciliario.
Sus abogados hicieron saber que, aunque sigue clamando su inocencia, acata la sentencia que consideran sustentada en argumentos "inéditos", al tiempo que se reservan el derecho a recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
El daño reputacional se suma al ya sufrido por esta destacada figura de la derecha francesa y europea, el primer expresidente francés que llevó un brazalete electrónico para cumplir una pena por corrupción y tráfico de influencias también definitiva, y el primero en haber ingresado en la cárcel, esta vez de forma preventiva, por la pena impuesta en primera instancia en septiembre pasado por la financiación libia de la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo.
Este último caso, que será juzgado en Apelación en marzo próximo, eclipsa el resto por la magnitud de la pena, cinco años de cárcel, como por su significado político, al considerar que su llegada al poder se sustentó en fondos del régimen de Muamar Gadafi, que él mismo contribuyó a derrocar años más tarde.
Los jueces determinaron entonces que ingresara en prisión, un hecho inédito que tuvo lugar el pasado 21 de octubre y que solo duró tres semanas, liberado de forma condicional por su elevada edad, 70 años.
Si hay dudas sobre la manera en la que llegó al Elíseo, la condena de este miércoles ensombrece la campaña que perdió cinco años más tarde derrotado por el socialista François Hollande.
Superado en todo momento en las encuestas, Sarkozy ordenó acelerar los actos electorales y el resultado fue un tren de gastos que casi dobló los autorizados por la ley.
Maquillados por un entramado de falsas facturas gastaron hasta 43 millones de euros, aunque no fueron capaces de dar la vuelta a las encuestas.
Sarkozy siempre ha negado conocer ese desvío de fondos y acusó a algunos de sus colaboradores de enriquecerse a su costa, pero el Supremo no admitió esos argumentos y consideró, como los tribunales anteriores, que el candidato es el responsable último de los gastos.
Si en primera instancia fue condenado a un año de cárcel en septiembre de 2021, Apelación lo rebajó a la mitad en febrero de 2024, pena que ahora confirma el Supremo.
Segunda condena definitiva
Es la segunda vez que la máxima instancia judicial francesa convierte en definitiva una condena contra Sarkozy. La primera fue en diciembre pasado, por un caso de corrupción y tráfico de influencias, cuando trató de obtener favores de un alto magistrado en uno de los casos abiertos contra él.
Entre febrero y mayo pasados llevó por ello un brazalete electrónico para controlar su arresto domiciliario.
Su agenda judicial no termina aquí. En marzo volverá al banquillo de los acusados en el proceso en apelación por la financiación libia.
Además, está imputado en una causa por tratar de influir a un testigo clave de este último caso, en el que también está implicada su esposa, Carla Bruni.
La alargada sombra de Sarkozy figura en otros escándalos investigados por la justicia francesa, como la atribución del Mundial de fútbol de 2022 a Catar o el cobro de comisiones del lobby ruso.
