Santiago Giménez es expulsado en derrota del Milan ante la Roma
El Milan culminó una semana para olvidar y cuatro días después de perder la final de Copa ante el Bolonia se quedó sin ninguna opción de participar la próxima temporada en las competiciones continentales, tras caer este domingo por 3-1 ante el Roma.
Todo lo contrario que el equipo local, que con su triunfo sobre los del portugués Sergio Conceicao no sólo se aseguró su presencia en Europa, sino que afrontará la última jornada, en la que visitará el campo del Torino, metido de lleno en la pelea por disputar la próxima edición de la Liga de Campeones.
La mejor despedida posible para el veterano entrenador del Roma, Claudio Ranieri, que pondrá, esta vez sí, a sus 73 años, fin a su larguísima trayectoria en los banquillos, a los que sólo había regresado el pasado mes de noviembre por su "amor" al conjunto 'giallorosso'.
Aunque el mejor regalo para Ranieri, al que le costó contener la emoción con el homenaje que los aficionados locales le rindieron antes del inicio del encuentro, llegó a los tres minutos con el gol (1-0) de Gianluca Mancini.
El central romanista ganó la partida a su par y cabeceó a las redes un saque de esquina botado por el argentino Matías Soulé, que el jugador surgido de la cantera del Vélez Sarsfield se encargó de forzar con una punzante internada por la banda derecha.
Un panorama que se complicó todavía más para el Milan a los veintiún minutos con la expulsión del delantero mexicano Santi Giménez, que vio la tarjeta roja directa tras observar el colegiado en las imágenes de vídeo, tras ser requerido por el VAR, como propinó un codazo en el pecho a Mancini.
Cuando peor pintaba el partido para los 'rossoneri' surgió la figura del portugués Joao Félix, que se resarció de su gris comportamiento desde su llegada al Milan en el pasado mercado invernal con un gol que devolvió la vida a los visitantes.
Joao Felix, que no había anotado ni un solo tanto en los trece encuentros anteriores que había disputado en la Serie A, no desaprovechó a los 39 minutos un rechace del portero serbio Mile Svilar tras un remate del español Alex Jiménez para firmar el 1-1.
Sin embargo, el equipo romano no estaba dispuesto a que nada ni nadie empañase la despedida de Claudio Ranieri del Olímpico y mucho menos el centrocampista Leandro Paredes, uno de los pesos pesados del vestuario 'giallorosso'.
El internacional argentino volvió poner a de nuevo al Roma en ventaja (2-1) en el marcador a los 58 minutos de juego con un espectacular lanzamiento de falta que se coló en la portería defendida por el francés Mike Maignan.
Un tanto al que el Milan, pese a que dispuso a los 79 minutos de una gran en la botas del portugués Rafael Leao para empatar, no pudo responder ante la vocación ofensiva del equipo romano, que a diferencia de lo ocurrido tras el primer tanto no renunció a seguir buscando la portería rival.
Ambición que encontró su premio con el gol de Bryan Cristante que estableció en el 87 el definitivo 3-1 que permite a los de Ranieri, que cumplió su partido 500 en la Serie A, seguir soñando con disputar la Liga de Campeones, una utopía para el Milan, que el año próximo no jugará ninguna competición continental.
cmb