Arranca 2017 con la primera lluvia de estrellas del año: las Cuadrántidas

La Tierra pasará a través de la corriente de restos del cometa destrozado denominado 2003 EH1 este martes 3 de enero y producirá una lluvia de estrellas conocidas como las Cuadrántidas, informó la NASA, en su página de Internet en español. De acuerdo a la Organización Internacional de Meteoros, se trata de una de las lluvias de meteoros fugaces anuales más intensas, que normalmente son más de 100 por hora, desde un punto en el cielo cercano a la Estrella del Norte. El organismo espera que las Cuadrántidas alcancen su pico máximo a las 14:00 GMT de mañana (8:00 horas tiempo de la Ciudad de México), horario que favorece sobre todo a las zonas occidentales de América del Norte y las islas a través del Océano Pacífico. El momento pico de las Cuadrántidas es breve, por lo general no dura más de una hora, y no siempre ocurre a la hora prevista, por lo que los observadores de todo el mundo tendrán que estar atentos. “Una motivación extra para salir y ver las Cuadrántidas es la reputación de la lluvia de estrellas de producir espectaculares bolas de fuego”, dijo Brian Day del Centro de Investigación Ames de la NASA. “No solo estas bolas de fuego son eventos visuales memorables, sino también tienen un interés científico”, resaltó. Aunque las Cuadrántidas pueden ser numerosas, son menos observadas que otras conocidas lluvias de estrellas, por cuestiones climáticas, ya que la lluvia de dichos meteoros alcanza su máximo a principios de enero, cuando el invierno es más intenso en el hemisferio norte. Debido a que las tormentas y el frío mantienen a las poblaciones en sus hogares; aquellas personas que estén dispuestas a luchar contra esos elementos y observen el cielo podrían ser recompensadas con un gran espectáculo visual. En diciembre de 2003, Peter Jenniskens del Centro de Investigación Ames de la NASA halló evidencias de que la lluvia de las Cuadrántidas se originaba en 2003 EH1, un asteroide que es probablemente un pedazo de un cometa que se rompió hace unos 500 años. La Tierra cruza la órbita de 2003 EH1 en un ángulo perpendicular, lo que significa que avanza rápidamente a través de los restos del asteroide, razón por la cual, la lluvia es tan breve, destacó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).