Asociaciones civiles precisaron que prohibir por completo el matrimonio entre menores de edad puede atentar contra el derecho a la vida privada.
Pese a la propuesta de impulsar el desarrollo y la madurez de los adolescentes, las organizaciones defensoras de la infancia, como el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), organizaciones internacionales y agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han declinado esta decisión.
Sin embargo, Regina Tamés, miembro del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) se muestra contrario a esta demanda, pues indicó que aceptar este cambio no va a evitar los embarazos adolescentes, la violencia entre parejas jóvenes y la deserción escolar.
Desde los últimos 20 años se ha registrado un porcentaje del 82% de adolescentes casados, esta cantidad ha disminuido con el tiempo debido a la opción de unión libre, que cuenta con el 81%, afirma José Merino, integrante de Data Cívica.
Merino mencionó que si el Estado mexicano quiere evite las consecuencias, es necesario que brinde el acceso a la educación sexual, a métodos anticonceptivos y a la oportunidad de interrumpir de manera legal y voluntaria el embarazo.
La decisión de casarse por parte de los jóvenes puede formar parte de su proyecto de vida, por lo que negarles el acceso a la seguridad social no les podrá aportar un mejor futuro para ellos y para su familia, indica Merino.
