Despidos
Con los cambios administrativos en los gobiernos municipales vienen los consabidos despidos para que los presidentes municipales integren sus equipos. Y debido a estos “reajustes” vienen ya las demandas, negociaciones, liquidaciones y pleitos en tribunales laborales. Claro que los presidentes municipales mexiquenses en turno se tienen que ir con pies de plomo, porque aunque los diputados locales los salvaron de ser destituidos, esos “ajustes” cuestan dinero del pueblo.
En los gobiernos encabezados por Morena hablan de despidos inmediatos de “priistas”, aunque en algunos casos esta actitud es exagerada, porque la tropa sólo recibe órdenes y los verdaderos priistas, los encumbrados son los que en muchos casos les ayudaron a llegar y hasta se los llevaron o repiten en sus gobiernos. Ni modo, la doble moral a la orden del día y como cada tres años que “Se van los malos y llegan los buenos”.
Entre flores de lavanda se llevó a cabo la sesión del cabildo en Atizapán de Zaragoza, la cual estuvo presidida por la alcaldesa Ruth Olvera Nieto, en la que se aprobaron una serie de puntos presentados por tesorero Fernando Iglesias, para empezar sus trabajos, entre ellos préstamos para enfrentar la crisis financiera. Por cierto, la alcaldesa Ruth Olvera Nieto prefirió ocupar las oficinas de la Secretaría del Ayuntamiento, luego de que supuestamente se descubrieran equipos de espionaje. En Naucalpan el que se fue dejando su sello personal es Víctor Gálvez, el expresidente que al parecer pasó a orinar la oficina que le entregó a Patricia Durán Reveles, porque a eso olía y nadie sabe si como señal de enojo o porque quizás no alcanzó a llegar al baño, pero ya se hizo limpieza a fondo y se planean cambios para borrar esos sucios recuerdos.
En Cuautitlán Izcalli callan panistas, morenistas, priistas y todo el bloque opositor al alcalde Ricardo Núñez. El propio edil y sus adeptos callan ante el retardo en la conformación de su equipo. Los diputados también guardan silencio ante esta crisis política.