Aventura Onírica: Sergio Muñoz logra distribución histórica con su corto de migración
Por Alejandro Ávila Peña
Ciudad de México.- El joven cineasta mexicano Sergio Muñoz, originario de Delicias, Chihuahua, fue galardonado recientemente en los Gotham Awards al recibir el Focus Features Short Film Showcase por ‘Balada de un inmigrante con memoria’, reconocimiento que, según él, valida años de disciplina y confirma que su voz tiene un lugar dentro del panorama internacional.
Para Muñoz, el premio simboliza la posibilidad de que “una historia personal hecha desde la honestidad pueda viajar tan lejos”, además de representarle una visibilidad crucial: “no solo es recibir distribución, sino que es esta distribuidora que le va a dar mayor visibilidad”.
Una mirada poética a la migración
“Todo lo que acabo de ver fue una ilusión creada por estas personas. Y yo algún día quiero estar en esa lista de personas, un día yo quiero crear esta ilusión para otras personas”, menciona el realizador. Esa fascinación infantil por el cine es el eje que impulsa su obra y que lo llevó a concebir 'Balada de un inmigrante con memoria' como un cortometraje ambicioso, emocionante y profundamente humano.
Muñoz buscó alejarse del llamado “cine de tragedia” asociado a la migración y crear lo que él llama su “blockbuster en cortometraje”. “Yo decía, no sé cuándo más voy a tener estos recursos… es mi blockbuster”. Inspirado en la energía de ‘Misión Imposible’, “yo quería que se sintiera así, el personaje corriendo y necesitando recuperar algo y pasando obstáculos”, construyó una aventura donde el protagonista se interna en un mundo onírico nacido de un plato de menudo.
Esa apuesta estética —divertida, luminosa, fantasiosa— le permitió abordar temas duros sin caer en el melodrama. “Yo quería que fuera una aventura divertida, emocionante, pero tocando estos temas sin que terminara en lo trágico”, explica.
El público confirmó la efectividad de esa mezcla de ligereza y emoción: “La gente se reía cuando se mete en el tazón o cuando la Virgen habla, pero al final escuchaba que la gente lloraba… entonces sí es efectivo”. Para Muñoz, esa reacción demuestra que es posible hablar de nostalgia, pérdida y memoria sin recurrir a la explotación del dolor. “La historia es trágica, pero no quería que se sintiera triste o explotativa”, afirma.
Un relato universal
Aunque el corto sigue a un inmigrante en Estados Unidos, su centro temático es universal; extrañar. “Por naturaleza los humanos siempre nos estamos moviendo… y el movimiento conlleva despedirnos de nuestros seres queridos”, señala. Bajo esa premisa, Muñoz construyó una historia íntima que resonara en cualquier persona que ha dejado un hogar, incluso dentro del mismo país. Como ha dicho en múltiples ocasiones, “las historias más personales terminan siendo las más universales”.
La identidad mexicana del protagonista se manifiesta en símbolos como el rosario perdido en el menudo, la Virgen parlante o los espacios familiares que lo persiguen como espectros amorosos. Estos elementos, presentes desde el texto base de la obra, fortalecen la noción de que la memoria no solo se recuerda; también se habita. Muñoz hace de lo fantástico un refugio emocional, convirtiendo lo cotidiano en un territorio donde conviven la ansiedad y la esperanza.
La secuencia final entre Alberto y su madre encierra el corazón del filme. “Esa es una escena de perdón… pero no se lo piden entre ellos; cada uno se está pidiendo perdón a sí mismo”, explica. La madre, interpretada con delicadeza, posee una profundidad que trasciende lo anecdótico: “ella busca perdonar no haberle dado las herramientas que lo obligaron a irse”. La transformación de Alberto, dice Muñoz, se basa en el acto de dejar ir, un proceso emocional que funciona como cierre y liberación.
Con apenas diez minutos, ‘Balada de un inmigrante con memoria’ se convierte en un relato sensible que mezcla identidad mexicana, fantasía y emociones profundas. Una prueba de que, como afirma Muñoz, “yo quería que se sintiera como si estuviéramos corriendo con el personaje y, cuando se acabara, sentir que ya se acabó”. Y, sobre todo, una confirmación de que la honestidad artística sigue siendo la herramienta más poderosa para narrar lo humano.
Con este cortometraje, el cineasta mexicano se perfila como una de las voces más destacadas de su generación; un cineasta sensible a su entorno y al arte que ama. El cortometraje, se espera que se distribuya el siguiente año en algunas plataformas de streaming, y se espera que tenga paso en festivales mexicanos.
