‘Five Nights At Freddy 2’: Los animatrónicos no están dispuestos a apagarse
Por Alejandro Ávila Peña
Ciudad de México.– Este 4 de diciembre llega a salas de cine ‘Five Nights at Freddy’s 2’, la esperada segunda parte de una de las franquicias de entretenimiento más destacadas de los últimos años dentro del panorama geek.
La cinta, con una producción artesanal en sus monstruos mecánicos y un guion ligero pero aceptable, logra ser una secuela que apuesta por más de lo mismo; no expande la técnica, pero sí el universo. Y en mira de conseguir otro éxito en taquilla, tendremos a estos 'espeluznantes' robots por un buen rato.
De regreso a Freddy’s Bear Pizza
Fue hace 2 años, en octubre de 2023, cuando llegó a las salas de cine la adaptación cinematográfica del videojuego ‘Five Nights at Freddy’s’, protagonizada por el entusiasta Josh Hutcherson, la genuina Elizabeth Lail y el carismático Matthew Lillard.
Aquella primera parte resultó en un éxito descomunal: con una producción de tan solo 20 millones de dólares, la película recaudó cerca de 290 millones, un triunfo rotundo que llevó al estudio a dar luz verde a una segunda entrega.
La franquicia de ‘Five Nights’, desde hace más de 10 años, se ha posicionado como una de las más queridas por el público, cosechando una base de miles de fanáticos y expandiéndose en múltiples formatos que abarcan videojuegos, peluches, historietas y más. La película llegó a ser el punto máximo de la licencia, consolidándola como una de las IPs más rentables de la industria.
Esta segunda parte nos sitúa justo después de los sucesos de la primera entrega, con un contexto temporal de inicios de siglo que aporta un matiz nostálgico a ciertas imágenes y crea una atmósfera desolada e, incluso, inquietante por momentos.
La historia sigue a Mike Schmidt (Josh Hutcherson), quien ha logrado obtener la custodia de su hermana menor Abby (Piper Rubio). Ambos viven juntos, aunque cargan con profundos traumas. La niña, de solo 11 años, sufre especialmente en la escuela y extraña a sus “amigos”, es decir, los animatrónicos. Por ello regresa al tenebroso local de la pizzería para traerlos de vuelta, desatando el caos una vez más.
Bajo la dirección de Emma Tammi y con un guion de Scott Cawthon, se construye una historia que, tomando como referencia la nostalgia, el maltrato, la soledad, la venganza y la ansiedad, da forma a un relato que, si bien a primera vista pudiera disfrazarse de película de terror, en realidad dirige su horror hacia audiencias jóvenes, más que hacia quienes buscan obras más elaboradas dentro del género.
Lo anterior no significa que la película no espante; sin embargo, hace uso de los ya gastados screamers que, aunque predecibles, mantienen cierto interés por la construcción tan lograda de los robots. Estos fueron elaborados de forma artesanal, sin abusar del CGI, lo cual resulta atractivo visualmente, aunque se desaprovecha en ejecución pues en ningún momento suponen un terror genuino, sino más bien un entretenimiento visual para que los más jóvenes disfruten de las referencias de la franquicia.
Un terror mesurado
Tomando como referencia las obras de terror que Blumhouse ha producido –como ‘Siniestro’, ‘Nosotros’ o ‘Fragmentado’–, es claro que las películas de Five Nights no poseen esa vena de horror que caracteriza al resto de su catálogo.
El argumento retrata una historia de venganza y secretos ocultos, pero las imágenes y actuaciones no logran consolidar la película como un relato verdaderamente macabro. El concepto de robots poseídos y lugares malditos, bajo una dirección más atinada, podría dar como resultado una obra más sólida.
Aun así, si no se le mira como una película de terror, se percibe como una extensión natural de la franquicia seguida por miles de fanáticos. Quizás ahí radica su atractivo: pese a un guion predecible y a la falta de verdadero terror, sí logra ser un espectáculo para pasar un buen rato y para adentrarse nuevamente en los rincones oscuros de esta saga, que parece tener la intención de seguir presente en las salas de cine por un buen tiempo.
