"Marty Supreme": Timothée Chalamet se consagra en una ambiciosa pero imperfecta oda al ego
La espera terminó para los seguidores de Josh Safdie y Timothée Chalamet. Con el estreno de "Marty Supreme", el cineasta neoyorquino (conocido por Uncut Gems) entrega una propuesta audiovisual audaz que, aunque brilla por su factura técnica y actuaciones, ha generado un intenso debate por la ejecución de su guion.
La película, ambientada en la década de 1940, sigue el ascenso de Marty, un jugador de tenis de mesa cuya ambición agresiva y narcisismo lo llevan a comportarse como un atleta de élite en un deporte que, para la época, carecía de ese prestigio.
Chalamet: El rostro de una generación
Si algo queda claro tras las dos horas y media de metraje es que Timothée Chalamet ha alcanzado su madurez actoral. La crítica coincide en que su interpretación es "espectacular", logrando dotar al personaje de un arco de redención que el libreto, por sí solo, apenas esboza de forma superficial.
Chalamet logra transmitir esa "mentalidad de mamba" (referencia al enfoque competitivo de Kobe Bryant) aplicada a un deporte atípico, mostrando a un hombre que es su propio peor enemigo en la búsqueda del campeonato nacional.
Un reparto de altura con claroscuros
El filme también marca el regreso de Gwyneth Paltrow en un papel de mayor peso que sus recientes apariciones en el universo Marvel. Paltrow interpreta a una actriz retirada que Marty intenta seducir para acceder a la fortuna de su esposo millonario. Sin embargo, algunos críticos señalan que la película "malgasta" su talento en una subtrama que solo sirve para acentuar la crueldad del protagonista.
Obstáculos en la trama:
Conflicto personal: El guion aborda la pobreza de Marty, el rechazo de su familia y un embarazo no planificado.
Dirección audaz: Josh Safdie logra imprimir un pulso dramático tangible en cada escena, manteniendo la tensión característica de su estilo.
El bache narrativo: Tras el primer campeonato, la cinta parece estancarse en un "eco innecesario", repitiendo dinámicas de la primera hora que pueden resultar frustrantes para el espectador.
Un clímax divisivo
A pesar de la maestría visual de Safdie, el cierre de la película ha sido señalado como su punto más débil. Mientras Chalamet construye un final realista y consistente a través de su actuación, el guion opta por una resolución ligada al "milagro de la vida" que resulta forzada para una historia que, hasta ese punto, se sentía unidimensional y cruda.
"Marty Supreme" se confirma como un riesgo artístico deslumbrante que, aunque no logra sostener la complejidad de su historia en el tramo final, es una pieza imprescindible para entender el alcance interpretativo de Chalamet en la actualidad.
