Reparar el pasado es posible: ReStory y su homenaje a la tecnología olvidada
Por Ernesto Becerra
En una calle discreta de Tokio, cuando los teléfonos aún tenían teclas y la música cabía en un reproductor portátil, existe un pequeño taller donde el tiempo parece haberse detenido. Ahí es donde nace ReStory, un simulador narrativo que llegará a PC en 2026 y que invita a los jugadores a revivir una etapa clave de la transición tecnológica.
Desarrollado por Mandragora y publicado por tinyBuild, ReStory pone al jugador al frente de un taller de reparación especializado en dispositivos que marcaron una generación: consolas portátiles, juguetes digitales, cámaras compactas y reproductores de música con diseños hoy casi extintos. Más que arreglar aparatos, el objetivo es devolverles el significado que tuvieron en la vida de sus dueños.
Antes de su lanzamiento, el estudio ha habilitado un playtest temporal gratuito en Steam, abierto a todos los jugadores que quieran probar esta versión en desarrollo y experimentar de primera mano su atmósfera relajante y melancólica.
Reparar recuerdos, pieza por pieza
La jugabilidad se centra en el proceso artesanal de la reparación. Cada encargo implica desmontar dispositivos, limpiar componentes, soldar circuitos, sustituir piezas dañadas, lijar superficies y repintar carcasas. Cuando falta algún componente, el juego introduce un navegador web de estética retro, inspirado en el internet de principios de los 2000, donde es posible comprar piezas de segunda mano.
A esto se suma la gestión del negocio: administrar tiempos, cobrar trabajos, organizar pedidos y atender a una clientela cada vez más numerosa, cuyas decisiones influyen directamente en el prestigio y futuro del taller.
Historias que laten detrás de cada objeto
En ReStory, cada cliente llega con algo más que un aparato averiado. Detrás de cada encargo hay recuerdos, relaciones rotas, nostalgias y momentos que quedaron atrapados en esos dispositivos. La narrativa es no lineal, y las elecciones del jugador afectan tanto la relación con los clientes como la reputación del taller, construyendo una experiencia íntima y profundamente humana.
Con una propuesta tranquila, estética retro y una fuerte carga emocional, ReStory se perfila como un homenaje a la tecnología que definió una época… y a las historias que aún viven dentro de ella.
