[Reseña] Hyrule Warriors: Age of Imprisonment el mejor de los musou hasta ahora
Por Ernesto Becerra
Hyrule Warriors: Age of Imprisonment llega con una promesa dual: ser la precuela que explique la Guerra del Encarcelamiento y, simultáneamente, ofrecer la entrega más pulida del estilo musou aplicada al universo de Tears of the Kingdom. El balance es claro: el juego gana con la jugabilidad y pierde con la narrativa.
Acción y fanservice: lo que hace muy bien
Si el objetivo es la diversión inmediata, Age of Imprisonment lo cumple con creces. La campaña puede durar unas 18 horas según el ritmo del jugador, recorre escenarios icónicos (Islas Celestiales, Profundidades) y convierte los dispositivos Zonai en herramientas dinámicas de combate: trampas rodantes, catapultas improvisadas y dispositivos que exponen puntos débiles. El sistema recompensa el cambio constante de personajes y los Ataques Sincronizados, ofreciendo combates vistosos y variados.
Controles simples, combos espectaculares
Los controles mantienen la sencillez típica del género (cadenas de botones Y y X), pero las animaciones, la fluidez y la progresión de movimientos hacen que cada personaje se sienta único. Desde movimientos que emulan la habilidad Recall de Zelda hasta ataques que explotan las debilidades de jefes clásicos, la ejecución técnica es sobresaliente.
Rendimiento técnico
La optimización sorprende: la entrega aprovecha el hardware de la nueva consola para mantenerse cerca de 60 fps en la mayoría de los escenarios con multitud de enemigos. El cooperativo local baja a unos 30 fps pero sigue siendo jugable. La única tara importante son las cinemáticas, que muestran menor calidad y fluidez que la acción.
El gran pero: una historia que evita lo esencial
La mayor decepción llega en la narrativa. En lugar de centrarse en Zelda y los eventos que rodean la Guerra del Encarcelamiento, el juego centra su arco en el Constructo Misterioso y su Korok, Calamo. Esa elección funciona desde el punto de vista jugable, pero deja sin resolver la profunda expectación creada por Tears of the Kingdom. Ganondorf aparece de forma limitada, los Sabios reciben apenas trazos y conceptos clave (Zonai, Piedras Secretas) se tratan de forma superficial.
Un pasado que no se siente tan antiguo
Más allá de algunas diferencias estéticas, el Hyrule antiguo aquí resulta sorprendentemente familiar. Tras varias entregas que exploran las mismas raíces narrativas, esta iteración no consigue ofrecer una sensación definitiva de época diferente; da la impresión de repetir la misma historia con ligeros matices.
Contenido y rejugabilidad
Aunque la campaña principal puede completarse en unas 18–20 horas, la gran cantidad de misiones secundarias, retos y mejoras hace que el tiempo real necesario para “llenar” el juego pueda triplicar esa cifra. El progreso y las mejoras incentivan seguir jugando mucho después de ver los créditos.
Veredicto final
Age of Imprisonment es la mejor entrega musou que ha recibido la saga hasta ahora: inventiva mecánica, combate profundo y gran rendimiento. Pero como precuela de Tears of the Kingdom queda corta: no despeja el misterio central que motivó su existencia y prioriza la diversión inmediata sobre la profundidad mitológica.
Recomendado para: jugadores que busquen acción pulida y fanservice; menos recomendable para quienes esperaban respuestas y desarrollo profundo del lore.
