Exigen rescate de la casa más antigua de la capital

Por Patricia Guillén 

Aproximadamente ocho familias viven entre las ruinas de lo que resta del inmueble ubicado en la calle de Manzanares 44, zona centro, la cual es considerada la casa más antigua de la Ciudad de México, la cual data del siglo XVI.

Por fuera luce vieja y abandonada, pero llena de vida en su interior gracias a la risa de los habitantes del lugar, entre ellos un par de niños.

A unas calles del mercado de La Merced es donde se encuentra el histórico inmueble del que entran y salen personas que viven en las ocho celdas que tiempo atrás usaron los españoles, frailes y monjas para su descanso.

Las tuberías del sitio están a punto del colapso, el techo ha tenido que ser reforzado con láminas y plásticos, los pisos se conservan de barro, al igual que las paredes firmes, pero eso no ha decaído a los que ahí habitan, “eso es vivir, es la Merced”, expresaron.

“A quién no le gustaría habitar en un departamento con un buen techo y paredes, pero nosotros aquí nacimos, nos casamos,  tuvimos a nuestros hijos, aquí están nuestras raíces, donde nacieron nuestros abuelos y bisabuelos. Después del sismo del 85 el lugar se vino abajo, se quedó sin techo por eso nosotros le arreglamos lo que tiene ahora, pero todo lo demás sigue igual, no se ha tocado nada por lo mismo que sabemos que esta es una construcción con valor histórico”, explicó Ernesto López Hernández, quien vive ahí desde hace más de 35 años.

Los colonos indicaron únicamente pagan la luz y agua que consumen. Refirieron que hace algunos años atrás solicitaron la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para arreglar el drenaje y tuberías, ya que según, en ese entonces les fue notificado que en la tierra podrían encontrarse vestigios hasta restos humanos; sin embargo, desde entonces, no han podido arreglar su problema que causa inundaciones principalmente en temporada de lluvias.

Ernesto López manifestó que pese a todas las dificultades no estarían dispuestos a permitir a que dicho lugar sea demolido para construir nuevos edificios, tal como lo había anunciado el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

“Eso no lo vamos a permitir, quieren destruir la historia, desaparecerla cuando aquí está lo que jamás se podría recuperar”, indicó Ernesto, quien en voz de los demás vecinos dijo que estarían dispuestos a moverse del inmueble, a ser reubicados por las autoridades, siempre y cuando el sitio sea rehabilitado como museo,  mas no para edificios departamentales.

Víctor Martínez Cruz, administrador del mercado de La Merced, aseguró que en Manzanares 44, ubicado en la delegación Venustiano Carranza, prevén que se construya un edificio de 24 pisos.

En el 2014 se dio a conocer que dentro del polígono de la zona centro, recuperarían los inmuebles cercanos a la Merced, en donde hay cerca de 80 que son catalogados por su valor histórico y artístico.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda informó a Diario de México que desconocen si ya existen los permisos y autorizaciones del INAH e INBA para llevar a cabo las intervenciones, pero que en breve darían más información al respecto.

Otros habitantes de la zona de la Merced, como María, Alejandro y Roberto López, expresaron que “varios edificios con valor patrimonial en la zona se encuentran en abandono”, éstos se ubican en el perímetro B del Centro Histórico, el cual se encuentra proyectada dentro del Plan de Rescate Integral de la Merced.

 

De acuerdo con información de la Dirección de Estudios Históricos y la Fototeca de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, en el perímetro conocido como A y B constituyen a la zona centro de la Ciudad de México, como zona de Monumentos Históricos e inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO el pasado 11 de diciembre de 1987 por tener inmuebles con valores arquitectónicos, históricos y culturales.

Diario de México también solicitó información al INBA referente a trámites en solicitud de permisos y autorizaciones para la intervención de dichos inmuebles del centro; sin embargo, no hubo respuesta al respecto.

En un recorrido se observaron varios edificios históricos, entre ellos la capilla del Señor de la Humildad, ubicado entre el tercer callejón de Manzanares, el cual también fue alterado, al construir una casa para los sacerdotes que cuidan de la capilla, entre otros inmuebles que lucen “abandonados”.