Fármacos provoca adicción al pop

Por Carlos Meraz

El concepto musical Fármacos, creado por el chileno Diego Ridolfi, genera toda clase de sensaciones y con sus dosis musicales va de la alegría al éxtasis, y de la tristeza a la ansiedad; capaz de provocar todos los efectos, menos uno: la somnolencia.

“Despierta desde el júbilo, euforia y sensualidad, hasta melancolía, añoranza y dolor. La libertad del estilo musical me permite pasar por todos esos estados... salvo el somnífero.

“El nombre surgió de una era oscura de mi vida universitaria, en que dependía de fármacos para la depresión y las crisis”, explicó Ridolfi en entrevista telefónica desde Santiago de Chile.

Orientado al pop, pero cómodo dentro de la música alternativa, Fármacos es un proyecto que heredó influencias argentinas (Carlos Gardel, Soda Stereo y Charly García) y chilenas (Los Prisioneros y La Ley).

NUESTRO INFIERNO
Acerca de la actual situación política en Chile, con disturbios y represión policíaca, a raíz de los aumentos que detonaron por un incremento al precio del Metro, Ridolfi equiparó la administración de Sebastián Piñera con la dictadura militar de Augusto Pinochet.

“Vivo en Plaza Italia, que es el punto neurálgico de las movilizaciones en Santiago y todos los días veo esta dictadura sin nombre, en la que matan, torturan, violan y desaparecen personas por orden
de un presidente insensible. Es la mayor represión desde los tiempos de Pinochet”, aseguró Ridolfi.

Este 29 de noviembre, Fármacos actuará en el Foro Bud Light, ubicado en Versalles 64, en la colonia Juárez y luego hará gira de conciertos por el interior del país. El 27 de noviembre en Guadalajara, el 28 en Toluca, el 30 en Texcoco, el 5 de diciembre en Puebla y el 6 en Monterrey.

Este viernes también lanzará Nuestro infierno, el nuevo sencillo de su próximo álbum, el tercero de larga duración en su discográfía que tendrá listo para la mitad de 2020, bajo la producción del también chileno Cristián Heyne (Javiera Mena y Gepe).

“Es una balada inspirada en cómo la cultura mexicana vive el dolor”, concluyó Ridolfi.