Andrés Guardado es titular en empate del Betis frente al Girona

El Betis y el Girona empataron 1-1 en un duelo con dos caras, en el que los catalanes, que llegaron líderes a este último partido de 2023 y ahora dependen de lo que haga el Real Madrid en Vitoria, fueron superiores y se adelantaron en la primera mitad, aunque los locales reaccionaron bien e igualaron casi al final con un gol del argentino Germán Pezzella.

Un gol de penalti transformado por el ucraniano Artem Dovbyk en el minuto 39 no fue suficiente para que los gerundenses se llevaran el triunfo porque, cuando lo acariciaban, el central verdiblanco Pezzella devolvió las tablas al marcador a dos minutos de los 90 reglamentarios al enganchar un balón suelto a la salida de un córner.

El Benito Villamarín examinaba las fortalezas de dos equipos punteros y con excelsas trayectorias en casa y a domicilio, respectivamente, con un Betis invicto en LaLiga en su campo (5 triunfos y 3 empates) y un Girona espectacular fuera (7 victorias y una igualada), a pesar de las bajas en ambos conjuntos, seis en el equipo andaluz y siete en el catalán.

El equipo del chileno Manuel Pellegrini, con cinco cambios respecto al once del 0-0 en San Sebastián al entrar Héctor Bellerín, Juan Miranda, el mexicano Andrés Guardado, Rodri Sánchez y Assane Diao, tenía que sobreponerse a la sensible ausencia de su 'cerebro', el sancionado Isco Alarcón, y que fue cubierta por el internacional sub-21 Rodri ante un rival que llegó como sorprendente líder de LaLiga y con un fútbol de toque, de desmarque, profundo y vertical.

El conjunto de Míchel Sánchez salió dominador y se hizo con el control y la posesión a base de su clásico juego combinativo, de ayudas, presión alta y robos de balón, pero le faltó crear acciones reales de peligro y, por ende, remate frente a un Betis que sufrió pronto el contratiempo de la lesión de Bellerín, sustituido al cuarto de hora por Aitor Ruibal.

Los verdiblancos no se arredraron ante la propuesta gerundense y, con un juego de velocidad, de poca pausa y buscando los espacios, incluso tuvieron más ocasiones sobre el ecuador de la primera mitad en las botas de Ayoze Pérez, con un tiro muy alto; de Diao, quien perdonó tras fallar en el área el brasileño Yan Couto; y del también brasileño Willian José, con un disparo lejano que primero despejó el argentino Gazzaniga y luego paró tras cazar el canario el rechace.

El Girona, que también tuvo que hacer un cambio obligado al lesionarse David López y entrar por él Juanpe a los 34 minutos, también avisó justo en la mitad de este periodo con un tiro flojo del brasileño Sávio Moreira a las manos del luso Rui Silva y siguió a lo suyo, tocando y tocando, abriendo el campo para mirar siempre hacia la meta local.

El cuadro gerundense encontró el premio a su buen juego y a su valentía 6 minutos antes del descanso, cuando un ataque por la izquierda le llegó al habilidoso extremo Sávio y, tras recortar a Ruibal, el lateral bético lo trabó y el árbitro señaló un penalti que transformó en el 0-1 el punta ucraniano Artem Dovbyk, quien engañó en su lanzamiento a Rui Silva.

En la reanudación, Pellegrini metió en el campo al luso William Carvalho por Guardado, con una amarilla, y el equipo andaluz dio un paso adelante para hacerle daño a un Girona que no varió su planteamiento, aunque ahora los catalanes tuvieron que fajarse atrás y no lo vieron tan claro arriba, al no aprovechar los espacios en sus fallidos contragolpes.

Al Betis, en el que Carvalho buscó con timidez el gol en un tiro con el interior del pie a los 50 minutos que paró sin apuros Gazzaniga, le faltó generar más fútbol, más elaboración y claridad para sacar un buen útimo pase. Ruibal le imprimió carácter a los suyos, pero fue insuficiente para un conjunto que echó mucho de menos a Isco, su gran creador.

Necesitaban los sevillanos aire fresco y su técnico chileno buscó la reacción con un triple cambio, al entrar mediada la segunda parte el medio Altimira, el marroquí Abde -muy incisivo por la izquierda- y el punta Borja Iglesias por Roca, Rodri y Willian José, lo que dio paso a un centro peligroso de Abde que neutralizó un defensor y luego Ruibal mandó alto.

Esto no varió mucho el guión, pues aunque los béticos dominaron y llevaron la iniciativa, apenas hallaron remates claros ante la ordenada zaga del Girona, que, además, perdió el mando del choque y el balón, y al final lo pagó caro, ya que en la salida de un córner, a los 88 minutos, el central argentino Pezzella enganchó un balón suelto en el área para empatar.

El 1-1 espabiló al equipo catalán, demasiado conservador tras adelantarse cerca del descanso, pero el neerlandés Daley Blind no atinó en un tiro en el tiempo añadido y Cristhian Stuani se topó con Rui Silva, aunque esta acción fue anulada por fuera de juego, con lo que el Betis amarró un empate que le dejó un buen sabor de boca tal como se desarrolló el partido.

cmb