Juan Pablo Contreras: Sinfonía de 'lucha libre'

Foto: Universal Music Group

Por Carlos Meraz

El luchador más icónico y legendario del pancracio mexicano, El Santo, sentenció: “No soy sino un obrero de la lucha libre… Antes de ser payaso, el luchador debe ser atleta”. Esa era la filosofía de El Enmascarado de Plata, que es retomada por el compositor y director tapatío Juan Pablo Contreras para crear un concepto discográfico, más que una sinfonía, donde instrumentistas rudos y técnicos se enfrascan en una batalla campal donde el único ganador es la música.

El año pasado la lucha libre mexicana cumplió 100 años de ser un fenómeno de masas y ser parte de la idiosincrasia del mexicano, es decir, de ser parte de la cultura nacional a “dos de tres caídas y sin límite de tiempo”, por lo que JP Carrasco lanzó su disco Lucha libre!, donde la música clásica se da “baños de pueblo” en su afán de acabar con el falso estigma de considerarse un género clasista y elitista.

“Yo siempre he considerado que los músicos de orquesta son como superhéroes: utilizan su virtuosismo para hacer que lo ‘imposible’ suceda en el escenario y trabajan en equipo para producir la música más bella.

“El disco salió el 16 de diciembre y el 11 lo presenté mundialmente con gran éxito en un concierto en  el Ambassador Auditorium de Los Ángeles”, afirmó Contreras quien agregó que existen planes de recrear su obra Lucha libre! en Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Guanajuato.

RUDOS VS TÉCNICOS

Ideado por JP Contreras el concepto se trata de una composición para orquesta que recrea una lucha libre mexicana, con media docena de músicos de orquesta enmascarados, para encarnar a tres rudos y tres técnicos, y así utilizan sus “temas” musicales para competir contra sus rivales.

El bando musical de los rudos loconforman: La Kalva (timbales), una calaca que va buscando almas para acompañarlas al inframundo; Astro Tapatío (trompeta), un luchador con alma mariachi, listo para echar trompetazos en el ring y Don Diavlo (cello), líder de los rudos, con el chamuco que siempre viste a la moda.

Mientras que los técnicos están compuestos por Dominus (piano), un gladiador corpulento que es Dios del universo eterno; Volátigo (flauta), el luchador más ágil y volátil que usa  su instrumento como un látigo y San Silver (violín), el máximo ídolo de la lucha libre mexicana, una leyenda de cómics y películas.

“Es cambiar el paradigma de la música clásica. Con una obra de la cual ya salieron 8 sencillos y cada track del disco trae su video orquestal y además un detrás de cámaras de cada tema. La música mexicana siempre me ha inspirado muchísimo, pues su folclor y tradición la hacen bellísima”, concluyó Contreras.

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