Más de 8 mil anuncios publicitarios son irregulares en la capital
Por Nadia Alcázar
Ciudad de México.- Hace más de siete años entró en vigor la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal, sin embargo, sigue sin existir una mejora en los temas de regulación de anuncios, cuidado del paisaje urbano, contaminación visual.
En vez de alguna mejora, ha pasado todo lo contrario y las autoridades capitalinas han otorgado más espacios para la colocación de anuncios publicitarios.
De acuerdo a la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), a pesar en 2011 se prohibió la colocación de cualquier anuncio espectacular en la capital, hasta que se realizará el padrón de los que ya existían, no se acató la ley y desde entonces se han colocado alrededor de 4 mil anuncios nuevos.
Aunado a eso, las autoridades tardaron cinco años en emitir el padrón y encontraron muchas inconsistencias como espacios duplicados, aparentes retiros voluntarios y posteriores “reubicaciones”.
Registrados existen 4 mil 160 anuncios espectaculares legales, de los cuales 500 han sido retirados con lo quedaron 3 mil 600; mientras que existen otro 4 mil que son ilegales.
De los espectaculares que hay 2 mil 664 se encuen tran en azoteas de inmuebles: mil 364 legales y mil 300 ilegales. Es decir, alrededor de 26 familias tiene algún anuncio en su hogar, a pesar de que la ley lo prohíbe.
Por otra parte, la publicidad en vallas y tapiales es otra de la que más muestra irregularidades en la Ciudad de México, ya que el 90 por ciento de están bajo la ley.
En este caso, las autoridades piden que cada valla esté separada por al menos un metro y prohíbe anuncios volumétricos, pero existen muchas en donde hay hasta seis vallas que conforman una sola unidad.
Asimismo, el 90 por ciento de las vallas colocadas no cuentan con ningún permiso, ni pagan los derechos de la misma, ya que los empresarios sólo colocan un letrero de licencia en proceso.
Aparte de que una vez puestas, ninguna dependencia verifica que las vallas sean colocadas con las restricciones de ley, por lo que los negocios tienen libertad de seguir colocando más y más anuncios.