AMLO acusa a ONU de ser ‘tendenciosa’ por criticar al Ejército en caso Ayotzinapa

Foto: Cuartoscuro

EFE

Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó este viernes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de ser "sectaria" y "tendenciosa", porque el organismo criticó el rol del Ejército en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

La misma ONU actúa de manera sectaria, parcial, tedenciosa. Se los fui a decir, cuando estuve en Nueva York (en 2021), que sólo se pronuncian cuando se trata de afectar a Gobiernos surgidos de movimientos populares y democráticos”, manifestó en su Mañanera.

Desde Nayarit, López Obrador respondió al pronunciamiento de la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que lamentó el jueves la falta de cooperación de las Fuerzas Armadas para esclarecer la desaparición de los 43 estudiantes de Guerrero en 2014.

Celebró la ONU-DH el trabajo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que el martes pasado presentó su último informe sobre el caso, en el que señala la resistencia del Ejército a entregar información acerca de su participación en el caso.

Pero López Obrador contestó que “no es cierto, es una campaña en contra del Ejército de México, sin fundamento, en general no tienen razón. Es una campaña para socavar, para debilitar a las Fuerzas Armadas”.

También acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la ONU de actuar "solo en función de los intereses que representan, que no son los intereses del pueblo”.

Lo que sucede es que hay una tendencia a culpar a las instituciones, en este caso, al Ejército mexicano, sin pruebas, sin elementos. Estamos avanzando y se les olvida también que el Ejército mexicano es un Ejército surgido de un movimiento revolucionario y es parte de nuestro pueblo”, remarcó López Obrador.

La polémica sobre la actuación de las Fuerzas Armadas ha crecido desde el informe del GIEI, que salió de México por no encontrar condiciones para continuar con la investigación.

Según la polémica versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la llamada “verdad histórica”, policías corruptos detuvieron a los 43 estudiantes en septiembre de 2014 y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron en un basurero.

Sin embargo, el GIEI derribó esta versión y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia concluyó en 2022 que la desaparición de los 43 estudiantes fue un “crimen de Estado” en el que estuvieron involucrados autoridades de todos los niveles, incluidos miembros de las Fuerzas Armadas.