Las 'nuevas brujas', unidas por la espiritualidad, la autonomía y la herbolaria

EFE

Guadalajara.- La unión entre mujeres, la espiritualidad, la autonomía y el uso de la herbolaria son los elementos en común de quienes asisten a los “círculos de mujeres” en México, en los que se reúnen para evocar a las antiguas brujas que invocan a la naturaleza y también aluden a ciertos ideales del feminismo.

Las brujas del siglo XXI no tienen las verrugas o el caldero que la Inquisición les impuso como imagen. Son profesionistas, terapeutas, conocedoras de herbolaria y de espiritualidad que apuestan a compartir esa sabiduría con otras mujeres.

La noche del 31 de octubre, en Estados Unidos, y en algunos países de América Latina, como México, se conmemora la Noche de los Espíritus, también llamada noche de las brujas, una celebración netamente comercial.

REIVINDICACIÓN

Danae Gutiérrez es guía del círculo “Mujeres sanando” desde hace 6 años en la ciudad de Guadalajara (oeste de México). La joven terapeuta reúne a otras mujeres en lo que llaman “aquelarres”, alrededor del fuego, bailan, practican rituales de sanación y conversan rodeadas de flores y hierbas curativas.

En una entrevista con EFE, Gutiérrez contó que estos círculos evocan la figura de la bruja para reivindicarla ante la sociedad como un mujer sabia y que tiene el poder de curar a otras personas.

“Quise retomar esa palabra aquelarre para recordar que, como mujeres, somos poderosas y sabias, que esa es la bruja que existe en ti y que está ahí diciéndote ‘hey, escúchame’, para mí es importante en este círculo recordar a esa sabia mujer que vive en nosotras”, explicó.

Las mujeres resaltan el poder de su feminidad, comparten sus experiencias poniendo énfasis en la capacidad de escucharse y acompañarse sin distinciones, añadió.

“El objetivo principal es la unidad, la empatía, la reconciliación con ese sagrado femenino, con la mujer que existe al lado mío y con las que siempre estamos ahí interactuando. (...) Entrando al círculo todas somos iguales, ninguna puede criticar a la otra, es que exista esta energía de empatía, de ver a la otra mujer como igual a mí”, explicó.

Las convocatorias a muchos de estos círculos, que han proliferado en los últimos años, invitan a participar en “aquelarres” y a vestirse como “brujas”, dos palabras que aún significan maldad y oscuridad para muchas personas.

“Todavía hay personas que conceptualizan esta palabra como algo muy negativo y pienso que el ser bruja no es otra cosa más que poder estar en contacto contigo misma y con la naturaleza, respetando los elementos, respetando al ser humano. Lo que hoy son las brujas y lo que promueven, es el autoconocimiento”, dice Carolina Dávila asistente a los círculos desde hace 4 años.

FEMINISMO Y SENTIRES

Yunuén Hernández es coautora de una investigación realizada en 2022 en la que además de buscar a brujas contemporáneas, constató que permanece la idea de la Edad Media que las señala, las sataniza y las hace ver como “malas, sucias, feas, satánicas y alguien en quien no se podía confiar”.

La maestrante en Estudios de Género por la Universidad de Guadalajara explicó a EFE que este estigma fue derribado en buena parte por las corrientes feministas de mediados del siglo XX y de principios del XXI que resaltan el poder, la feminidad y el conocimiento que las mujeres han tenido de la naturaleza desde hace cientos de años.

“Eran mujeres sumamente sabias, autónomas, curanderas, eran mujeres que ayudaban en los partos, eran astrólogas, se reunían con otras mujeres no a convocar a Satanás como se hacía creer, sino a curarse entre ellas, espiritual como emocionalmente y esto son las prácticas que ahora vemos en los movimientos feministas y en estos círculos de sentires”, explicó.

A finales de la década de los 60 surgió en Estados Unidos el grupo de feminismo radical W.I.T.C.H. (bruja, en inglés) que se mostraba anticapitalista mediante 'perfomances' que combinaban protesta y rituales de brujería simbólicos, siempre vestidas de negro y con sombreros puntiagudos.

“Si nos vamos a la historia, sabemos que las brujas eran mujeres autónomas con las cuales muchas feministas en la actualidad nos identificamos, ahora también estamos luchando por nuestros derechos, por nuestra libertad, por nuestros cuerpos, por nosotras y para nosotras, al igual que ellas lo hacían”, concluyó Hernández.

IMCM