“Los Panchitos”, la banda que aterrorizó a la CDMX en los ochenta
Por: Patricia Guillén
@patito1811
Con la música de rock pandillero de Alex Lora, vocalista de El Tri, jóvenes de entre 12 y 16 años de edad, vestidos con pantalones de mezclilla y de piel, chamarras de cuero y botas de casquillo, formaban parte de los denominados panchitos, la banda delictiva más temible que operaba al Sur de la Ciudad de México en los años ochenta.
El punto de reunión de los cerca de 50 jóvenes adolescentes que integraban la banda era en la colonia Las Palmas, ubicada en la delegación Álvaro Obregón, aunque ésta surgió en la colonia 16 de Septiembre y Tacubaya, en Miguel Hidalgo.
Durante una entrevista con Diario de México el líder de dicha banda, José Luis Moreno Salinas, alias El Hacha, comentó que en esos tiempos “a cada rato enfrentaban y se armaban peleas con los policías”. “En ese entonces no existía la palabra derechos humanos, a veces hasta mataban a los policías y únicamente decían, se nos pasó la mano”.
Los delincuentes de hoy no son los mismos de aquellos tiempos, hoy un joven puede llegar a asesinar y porta armas de fuego; en los ochenta “los panchitos eran niños buenos, más sanos, había un código de respeto de cuidar a los vecinos de la comunidad, nos convenía tener a la gente bien, no eran como la delincuencia organizada de hoy que matan por nada”.
¿Y qué robaban los panchitos? Respondió El Hacha, “como eran chavos sin oficio ni beneficio, robaban las papitas, camiones de refrescos, camiones de cerveza. No había homicidios ni robos con violencia”.
De lunes a domingo, los jóvenes se reunían todos los días en la colonia Las Palmas. La mayoría pertenecía de hogares disfuncionales, de escasos recursos, en donde hacía falta el padre o la madre, o en su caso, alguno era alcohólico, no trabajaban y eran familias numerosas, por lo que el hijo mayor debía conseguir el dinero.
“El cemento mataba el hambre, y la conciencia también”, frase de los jóvenes en ese entonces.
“¡Váyanse a la chingada par de ojetes!” decían algunos panchitos cuando se iban de su casa.
“Y en la banda algunos consumían mariguana y cemento, el pegamento de zapatos era lo que se usaba y de vez en cuando el activo y el solvente, pero en los panchos era contado quien lo hacía, porque no a todos les gustaba. En ese entonces se habló de lo peor de nosotros, se atribuían robos, homicidios y violaciones”, relató El Hacha.
Algunos vecinos entrevistados de Tacubaya, y que vivieron esos momentos agregaron, que “fueron víctimas de “Los Panchitos”, sobre todo las tienditas”, aunque también “Los Panchitos” fueron víctimas de Arturo “El Negro” Durazo” quien era el jefe de la policía General de División.
“En las calles el atraco era cotidiano y el abuso del poder de las autoridades era evidente. Golpeaban a los chamacos, les quitaban la droga y se la guardaban en sus bolsas. Todo era tan evidente”, expresaron habitantes de Tacubaya.
Otros colonos también argumentaron que la policía “torturaba a los delincuentes, eran sometidos a interrogatorios hasta confesar sus delitos o sino para hacerles aceptar otros delitos que no cometieron”.
La banda duró cerca de ocho años, de acuerdo con el fundador José Luis Moreno, los integrantes se separaron, él ingresó a la cárcel y después de un par de años quedó en libertad.
“Yo salí absuelto y desde entonces salí a hacer cosas por el bien social. Pero hoy día han surgido varios personajes que han dicho que fueron parte de “Los Panchitos”, pero no es cierto, hoy día “Los Panchos” están haciendo otras cosas, unos ya fallecieron, están en el reclusorio y otros ya son hasta abuelos”.
“Yo me deslindo de lo que sucede ahora, se siguen realizando tocadas cada año, pero ya no hay “Panchitos” ahí, ahora son seudo panchitos, hacen un robo disfrazado, extorsionan a los microbuses para llevar a cabo el evento. Incluso hasta tienen venta de alcohol y drogas. Pero yo me deslindo porque la banda de los originales “Panchitos” ya no existe en la Ciudad de México”, concluyó José Luis Moreno.