Familias protestan en la frontera por cancelación del evento 'Abrazos, No Muros’
EFE
Ciudad Juárez. - Decenas de familias separadas por las duras políticas migratorias de Estados Unidos se congregaron este sábado en la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas en el Día de la Madre, con una mezcla de dolor, protesta y resistencia por la cancelación del tradicional evento 'Abrazos, No Muros', que durante años permitió a familias separadas reencontrarse por unos minutos en esa zona.
“Nuestra intención es una protesta, como ustedes ya saben, nuestro evento de 'Abrazo, No Muros' edición número doce, fue cancelado”, dijo Margarita Arvizu, representante de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en inglés) desde el lado mexicano de la frontera.
Los organizadores atribuyen la cancelación a que la Administración de Donald Trump declaró como zona militarizada la frontera, lo que impidió que se llevara a cabo el evento que se desarrolla de forma anual y que hasta ahora solo había sido interrumpido por la pandemia de covid-19.
Este sábado, la BNHR organizó, en su lugar, la manifestación pacífica 'Madres de la Frontera: Amor Sin Fronteras', una acción binacional que buscó honrar la lucha de las madres migrantes y denunciar la militarización de la frontera, así como la separación forzada de familias.
El evento se realizó a ambos lados del muro fronterizo, con mariachis, marionetas gigantes, flores y mensajes de resistencia.
La cancelación del evento ha generado consternación y enojo en la comunidad, pues decenas de madres llegaron con la esperanza de abrazar a sus hijos tras años de separación.
Algunas, como María Luisa, vivieron este día con profundo pesar. “Es un día tan importante, yo que tengo ahí a mi hija, que también es mamá, tenemos quince años que no pasamos el día de la madre juntas antes de que ella pasara (a Estados Unidos) y para mi era un evento muy hermoso”, señaló.
Mariachis y rosas en lugar de abrazos
El evento de protesta buscó mantener viva la llama de la esperanza y la denuncia, a través de símbolos profundamente emotivos.
“Tuvimos el mariachi donde cantaron algunas canciones iguales de ambos lados para nuestras madres, canciones como 'Las Mañanitas', 'Amor Eterno', por esas madres que ya no están con nosotros. También las rosas que decimos a las madres, ese significado de amor, recalcando que somos las madres de la frontera", señaló Arvizu.
La frustración por la cancelación fue compartida por Elba María Rosales, quien llegó con la ilusión de abrazar a su hermana.
“Veníamos a ver a mi hermana, la mayor, prácticamente viene siendo nuestra mamá. Se siente feo no poder ni siquiera abrazarla, esos tres minutos que nos dejaban antes” afirmó.
Además de la nostalgia, los testimonios coincidieron en señalar a las políticas migratorias de Trump como responsables de la separación de familias.
“(Trump) se me hace una persona muy injusta porque no le costaba nada dejarnos una hora”, comentó a EFE Elba, aún con un nudo en la garganta, “siempre estamos muy vigilados, siempre está la migración cuidando para que no se vaya nadie o que nadie se brinque para allá” concluyó.
Una promesa de lucha constante
Desde el lado estadounidense, Adriana Cadenas, de la Coalición Protegiendo Familias Migrantes, definió el evento como "un acto de resistencia y amor" frente a la decisión del Gobierno de Trump.
"Decirles que no importa cuántas leyes pongan enfrente de nosotros, vamos a estar aquí y siempre vamos a ser una sola comunidad", recalcó en declaraciones a EFE.
Marina Cabral, nacida en Ciudad Juárez pero residente en El Paso desde que era una niña, acudió emocionada al evento para saludar, desde la distancia, a su madre, de la que está separada desde hace 14 años.
"Me arrimé al muro, la pude ver y me voy bien contenta; no es lo que me hubiera gustado pero obviamente significa mucho para mí volver a ver a mi mami y ver que está bien, me llevo eso", explicó Cabral, entristecida porque este año no la pudo abrazar.
"Me duele, me duele verla a través del muro, a pocos pasos y tan lejos, pero aquí seguimos", explicó .
La jornada terminó entre lágrimas, flores y música, con la promesa de seguir luchando. Margarita Arvizu enfatizó que su organización siempre va a "intentar que se realice 'Abrazos con muros', es algo muy nuestro, entonces, seguiremos.”
La frontera sigue marcada por la división, pero también por la resistencia de quienes, incluso en el dolor, se organizan para exigir el derecho a un abrazo.